La persistencia en el ambiente se refiere a la cantidad de tiempo que un patógeno, como el SARS-CoV-2, es capaz de sobrevivir fuera del cuerpo humano; cuanto más tiempo sobrevive, más probable es que contagie. La persistencia de los virus se puede ver afectada por el tipo de ambiente (p. ej.: superficie, agua, agua residual) y las propiedades fisicoquímicas del ambiente (p. ej.: temperatura, pH, humedad, exposición a la luz solar). Los virus envueltos, como el SARS-CoV-2, tienen menor probabilidad de persistir en el ambiente en comparación a los virus no envueltos, como los norovirus y rotavirus.
Superficies: el SARS-CoV-2 puede sobrevivir desde 2 horas hasta 9 días en condiciones de laboratorio en distintas superficies, pero es vulnerable a la desinfección de superficies. Para leer más información, consulte la sección sobre superficies.
Aerosoles: el SARS-CoV-2 puede permanecer viable e infectante en los aerosoles durante al menos tres horas y, posiblemente, hasta 16 horas en condiciones de laboratorio.
Agua: se ha detectado material genético del SARS-CoV-2, pero no del virus infectante, en las aguas superficiales directamente afectadas por la falta de tratamiento o tratamiento inadecuado de las aguas residuales o sujetas al desbordamiento de alcantarillados combinados (estudio 1, estudio 2). En la actualidad, no hay datos disponibles sobre la supervivencia del SARS-CoV-2 en el agua, aunque los virus relacionados son capaces de sobrevivir en agua sin tratar desde días hasta semanas (estudio 1, estudio 2, estudio 3). Los procesos convencionales de filtración y desinfección llevados a cabo en las plantas de tratamiento deberían eliminar o inactivar eficazmente el SARS-CoV-2. La OMS señala que no hay indicios de que el SARS-CoV-2 puede persistir en el agua de consumo tratada.
Aguas residuales: se ha detectado material genético del SARS-CoV-2 en aguas residuales sin tratar (estudio 1, estudio 2, estudio 3, estudio 4), pero no hay informes de detección ni persistencia del SARS-CoV-2 viable e infectante en las aguas residuales. Hay virus similares que son capaces de permanecer infectantes desde días a semanas en aguas residuales sin tratar (estudio 1, estudio 2, estudio 3). Los procesos convencionales de tratamiento de las aguas residuales deberían reducir el riesgo que representa el SARS-CoV-2 en las aguas residuales.
Temperatura: el SARS-CoV-2 es sensible al calor y se inactiva (muere) rápidamente a altas temperaturas. Por ejemplo, a una temperatura de 70°C o superior, el virus sobrevive durante cinco minutos o menos. A 4°C, el virus es estable y capaz de perdurar por semanas, con poca reducción de su concentración.
pH: muchos patógenos son sensibles a las amplias variaciones del pH (una medida de cuán ácido o básico es un medio o una sustancia). En un estudio, se halló que el SARS-CoV-2 puede sobrevivir en una amplia gama de valores de pH (pH 3-10).
Humedad: aparentemente, los coronavirus que provocan el SARS y el síndrome respiratorio del Oriente Medio (MERS), así como otros coronavirus, sobreviven más tiempo en condiciones de humedad relativa más baja, aunque el efecto de la humedad sobre los virus quizás también dependa de la temperatura.
Exposición a la luz solar: el SARS-CoV-2 puede persistir menos en entornos expuestos a la luz solar, debido al aumento de la temperatura (véase más arriba) y a la exposición a la radiación solar ultravioleta (UV). Al igual que otros coronavirus, se prevé que el SARS-CoV-2 es sensible a los rayos UV y se calcula que sobrevive solo unos minutos expuesto al sol a mediodía en verano y hasta un día en invierno en la mayor parte de las regiones. Hoy en día, no hay datos disponibles sobre la eficacia de la irradiación solar como método para inactivar el SARS-CoV-2 específicamente.
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Notas sobre revisión académica
Redactado por: Jackie Knee
Revisado por: Tom Heath, Robert Dreibelbis, Oliver Cumming, Karin Gallandat, Kate Medlicott
Última actualización: 13/08/2020