Informe resumido sobre distanciamiento físico
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Escrito por Olivier Mills
Actualizado hace más de una semana

¿Qué es el distanciamiento físico y cómo puede prevenir la COVID-19?

"Distanciamiento físico" es el término que engloba un conjunto de conductas orientadas a mantener un espacio entre una persona y las demás personas que no conviven con ella.

La COVID-19 se transmite principalmente entre personas a través de gotitas respiratorias cuando una persona contagiada tose, estornuda o habla y a través del contacto con superficies, manos y objetos contaminados. Una persona se contagia cuando el virus de la COVID-19 ingresa al cuerpo por la boca, la nariz o los ojos.

La COVID-19 se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias, pero también mediante partículas más pequeñas presentes en el aire; en ambos casos, cumplir con el distanciamiento físico es una de las principales formas de reducir la propagación del virus. Si las personas no entran en contacto estrecho con otras personas fuera de su casa, disminuye la probabilidad de inhalar o entrar en contacto con gotitas respiratorias infectantes. El distanciamiento físico siempre debería ocurrir en combinación con otras medidas de prevención, como el lavado de manos con jabón, la limpieza de superficies y el uso de una mascarilla.

En este artículo del periódico Washington Post, se resume visualmente de qué manera se transmite la COVID-19 de una persona a la otra y cómo distintas medidas de distanciamiento físico pueden ayudar a reducir la transmisión. Los siguientes videos también dan metáforas fáciles de entender que explican por qué mantener una cierta distancia puede frenar la propagación de la COVID-19.

Si los gobiernos imponen medidas de distanciamiento físico y la población cumple con ellas, puede haber un impacto sustancial en la cantidad de casos nuevos. El siguiente diagrama muestra la importancia de la reducción en la interacción física.

¿Cuál es la diferencia entre "distanciamiento físico" y "distanciamiento social"?

Al comienzo de la pandemia, las autoridades de salud pública recomendaban mantener la distancia social como una de las medidas de prevención clave para frenar la propagación de la COVID-19. A medida que la pandemia fue creciendo exponencialmente y surgió confusión con respecto al término, los expertos más destacados (incluida la OMS) pasaron a usar el término "distanciamiento físico" en lugar de "distanciamiento social".

El principal motivo de este cambio fue remarcar que mantener la distancia física entre nosotros para evitar la propagación de la enfermedad no implica que nos desconectemos socialmente de nuestros seres queridos, como familiares y amigos. Aun así necesitamos sentirnos conectados, en particular en estos tiempos difíciles, dado que las consecuencias psicológicas de estar separados pueden ser notables.

Recomendamos usar el término "distanciamiento físico" al trabajar con las comunidades y recordarles a las personas la necesidad de mantenerse en contacto por otros medios.

¿Cuál es la diferencia entre "distanciamiento físico" y otros términos como "confinamiento", "aislamiento", "cuarentena" o "aislamiento de personas vulnerables"?

En algunos países, es posible que el gobierno nacional esté usando otros términos que se relacionan con el distanciamiento físico y la reducción de la propagación de la COVID-19. No hay una definición estándar para ninguno de estos términos, puesto que cada gobierno nacional suele definir de manera distinta las normas reglamentarias. Por lo tanto, si usted no está seguro de si estos términos son relevantes en su contexto, consulte las directrices nacionales. A continuación, explicamos a grandes rasgos el significado de cada término.

Confinamiento: El confinamiento es una restricción impuesta por un gobierno para reducir la circulación de personas y, en consecuencia, reducir la propagación de la COVID-19. Las restricciones varían en cada país, pero pueden incluir algunas de las siguientes limitaciones:

  • Pedirles a las personas que se queden en casa y trabajen desde su casa si fuera posible, pero generalmente se limita la circulación a satisfacer las necesidades básicas (p. ej.: comprar alimentos o ir al médico).

  • Limitar la cantidad de tiempo que una persona puede pasar fuera de su casa por día (incluso para hacer ejercicio) y la región geográfica a la que puede viajar una persona.

  • Cancelar o limitar los viajes en tren, avión y otros medios de transporte público.

  • Cerrar restaurantes, comercios no esenciales, centros de entretenimiento, sedes deportivas y lugares de culto.

  • Cerrar escuelas e instituciones educativas.

  • Limitar la cantidad de personas que pueden reunirse en un lugar.

  • Monitorear la circulación de las personas.

Estas medidas pueden tener consecuencias socioeconómicas considerables para la población y se debe realizar una evaluación minuciosa antes de implementarlas. Estas consecuencias quizás afecten de manera desproporcionada a las personas que viven en países de ingresos bajos y medios, dado que en estas partes del mundo un cuarto de la población vive con menos de USD 3 por día y estas personas tienen menos probabilidad de recibir asistencia de redes de contención social o económica.

Autoaislamiento: Aplica a los hogares donde uno o más de sus habitantes han tenido síntomas de COVID-19 o si una o más personas han tenido un resultado positivo en la prueba de detección de la COVID-19. Las medidas de autoaislamiento exigen que la persona y todos los habitantes del hogar permanezcan en casa durante 14 días. Si los síntomas se agravan, se debería contactar a los servicios de salud para evaluar si se debe hospitalizar a la persona. El período de 14 días se basa en un cálculo prudente del período de incubación de la COVID-19 (el tiempo que tarda una persona contagiada en presentar síntomas), pero la duración del autoaislamiento varía en algunos países. El período de autoaislamiento se extiende si otros habitantes del hogar también desarrollan síntomas. Las familias autoaisladas precisan asistencia por parte de otros miembros de la comunidad para hacer compras o conseguir otros artículos urgentes, dado que no deberían salir de su casa. En muchos países, se han creado grupos comunitarios de voluntarios o programas gubernamentales para satisfacer esta necesidad. A veces, también se usa el término "autoaislamiento" para describir la situación en la que las personas se quedan en su casa para cuidarse o para proteger a otra persona vulnerable con la que conviven. Estas personas quizás opten por autoaislarse en su casa durante el brote epidémico, pero esta decisión suele ser voluntaria.

Cuarentena: En general, se impone la cuarentena a las personas que hayan cruzado viajando los límites fronterizos nacionales o internos durante la pandemia de COVID-19. Como precaución, los gobiernos tal vez les soliciten a estos individuos que se aíslen hasta por 14 días, exigiéndoles que se queden en su casa o en un hotel. La cuarentena se suele aplicar a todos los arribos, independientemente de si se presentan síntomas o no. Es una medida pensada para proteger al público, en caso de que un viajero se haya contagiado antes de viajar o durante el viaje. La duración de la cuarentena a veces se extiende si la persona muestra síntomas o si el resultado de la prueba de detección de COVID-19 es positivo. Las personas que están en cuarentena precisan asistencia por parte de otros miembros de la comunidad para hacer compras o conseguir otros artículos urgentes, dado que no deberían salir de su casa. En muchos países, se han creado grupos comunitarios de voluntarios o programas gubernamentales para satisfacer esta necesidad.

Aislamiento de personas vulnerables: Estas medidas limitan el contacto entre las personas que corren riesgo alto y riesgo bajo. Quienes tienen más riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19 si se enferman son las personas mayores y las personas que tienen afecciones médicas preexistentes. El autoaislamiento de personas vulnerables está pensado para reducir la cantidad de casos graves de COVID-19 y así reducir la presión ejercida en el sistema de salud pública, lo cual se hace alojando a las personas con riesgo alto en "zonas verdes" que quizás impliquen que deben autoaislarse en su casa o en centros de aislamiento creados para estas personas. El autoaislamiento de personas vulnerables se suele considerar en lugares donde quizás sea difícil hacer cumplir las medidas de distanciamiento físico, como en campamentos o en asentamientos informales. También se está teniendo en cuenta esta medida en algunos países de ingresos bajos y medios, porque otras medidas de distanciamiento físico habrían tenido consecuencias demasiado graves para la vida social y económica de las personas. En este documento, se describen a grandes rasgos tres opciones para implementar el aislamiento de personas vulnerables en países de ingresos bajos y medios. Este enfoque también se explica en este seminario web. Los enfoques de autoaislamiento de personas vulnerables podrían fácilmente generar resistencia en las comunidades. Por eso, es importante que se expliquen las distintas opciones y que las comunidades tengan la oportunidad de elegir las que más se adecúen a su contexto. La vinculación con la comunidad es fundamental durante este proceso.

El uso de cualquiera de los enfoques mencionados con anterioridad en países de ingresos bajos y medios es una decisión que deben tomar los gobiernos nacionales y regionales. Dicha decisión se debería tomar en base a datos epidemiológicos, con conocimientos sobre la economía local y las redes de contención social y con una implementación flexible y escalonada.

¿Por qué podría ser difícil fomentar las conductas de distanciamiento físico en países de ingresos bajos y medios?

Antes de la pandemia de COVID-19, ninguna cultura ni país estaba familiarizado con las conductas de distanciamiento físico. Los seres humanos son seres sociales, acostumbrados a estar en contacto directo con otras personas en el transporte público, en el mercado, en la calle, al trabajar o al reunirse con amigos y seres queridos. Por lo tanto, adoptar medidas de distanciamiento físico será un desafío importante para todos nosotros.

Sin embargo, las conductas de distanciamiento físico podrían ser incluso más desafiantes en países de ingresos bajos y medios. Esto se debe a que:

  • Es quizás más probable que las personas de los países de ingresos bajos y medios vivan en lugares que dificulten el distanciamiento físico. Por ejemplo: es más probable que las personas de los países de ingresos bajos y medios convivan con más personas en una casa (lo cual dificulta que se limite la propagación de la enfermedad si una persona contrae COVID-19) y es más probable que tengan familias intergeneracionales (en algunos lugares, esto quizás genere más riesgo para las personas vulnerables, pero no para todas). Gran parte de la población quizás viva en asentamientos informales en zonas urbanas o en campamentos para personas desplazadas. Estos lugares densamente poblados suelen tener también menor índice de acceso al agua, saneamiento e higiene, acceso más limitado a la atención médica y se enfrentan a otros problemas de salud crónicos. En conjunto, todo esto implica que la población que vive en estos entornos es más vulnerable a contagiarse y podría sufrir consecuencias más graves debido al acceso reducido al tratamiento.

  • Las personas de los países de ingresos bajos y medios tienen más probabilidad de verse perjudicadas por los efectos secundarios de las medidas de distanciamiento físico. El cierre de lugares de trabajo, escuelas y otros servicios ha afectado significativamente a la economía mundial. Es más probable que las personas de los países de ingresos bajos y medios dependan de fuentes informales de ingresos diarios y, por ende, es más probable que pierdan ingresos en este momento. Quizás también haya menos mecanismos formales para asistir a las personas en caso de interrupción de las cadenas de suministro y mercados locales o interrupciones de los servicios clave de atención médica.

¿Qué conductas específicas deberíamos estar promoviendo en relación con el distanciamiento físico?

La guía principal en materia de distanciamiento físico deberían ser las directrices del gobierno nacional, dado que cada país ha adoptado medidas un poco distintas acordes a su contexto. A continuación, describimos algunas de las medidas más generalizadas. Definimos cada una y explicamos por qué hay diferencias en las recomendaciones entre algunos países.

  • Mantenerse a una "distancia segura": Generalmente, esta recomendación implica que, si salimos de casa, deberíamos mantenernos a una distancia segura de las demás personas que no convivan con nosotros. En la actualidad, la OMS recomienda que la distancia mínima sea 1 metro (3 pies), mientras que los CDC indican 2 metros (6 pies). Las variaciones en las directrices nacionales y mundiales reflejan que nuestros conocimientos sobre el SARS-CoV-2 todavía están cambiando y que buena parte de los datos científicos sobre estas recomendaciones se relacionan con otros patógenos similares. En una revisión sistemática reciente, se indicó que mantenerse a 1 metro de distancia redujo en un 82% el riesgo de transmisión. Sin embargo, ciertos datos científicos indican que las recomendaciones deben estar contextualizadas, pues que en ciertas situaciones (p. ej.: al gritar, toser o hacer ejercicio), el SARS-CoV-2 es capaz de recorrer más de 2 metros. Es responsabilidad de los gobiernos, las organizaciones y las empresas intentar facilitar el distanciamiento físico en ámbitos públicos mediante la modificación del entorno físico y el uso de marcas que indiquen la distancia de seguridad recomendada.

Fuente: Medidas de distanciamiento físico implementadas en un mercado de Somalia para ayudar a las personas a mantenerse a una distancia segura.

  • Evitar las reuniones: La OMS ha elaborado esta guía general en relación con las reuniones masivas. En la mayoría de los países, se ha limitado la cantidad de personas que pueden reunirse en un lugar. Algunas directrices hacen una segmentación por lugar. Por ejemplo: en muchas zonas, se permiten ciertas reuniones al aire libre, mientras que las reuniones en lugares cerrados deben tener menos personas o están completamente prohibidas. Los lugares al aire libre, como los parques, representan menos riesgo de transmisión de la COVID-19 porque las personas pueden mantenerse a una distancia segura y porque hay menos superficies que se tocan frecuentemente y corre mucho aire, lo cual permite que el virus se disipe. La mayoría de los gobiernos también dan recomendaciones con respecto a eventos especiales, como conciertos, eventos deportivos, reuniones religiosas u ocasiones especiales, lo cual incluye bodas y funerales. En la mayoría de los lugares, se han cancelado este tipo de eventos o se ha permitido que continúen con directrices claras sobre cómo adaptarse para permitir que los participantes estén seguros.

Fuente: Materiales de comunicación elaborados por Stay Safe Africa para fomentar las prácticas religiosas adaptadas durante el Ramadán.

  • Evitar los viajes innecesarios: En la mayoría de los países, se permiten ciertos viajes entre fronteras nacionales e internacionales, según la OMS. Sin embargo, muchas naciones han decidido suspender todos los vuelos o reducir considerablemente las rutas aéreas para permitir solo los viajes esenciales. En este mapa, se da información actualizada sobre las restricciones nacionales en materia de vuelos. Los viajes innecesarios también deberían evitarse en el ámbito local. Esta recomendación podría incluir alentar a las personas a compren o visiten los mercados con menos frecuencia y que compren productos localmente si fuera posible. También puede incluir el cierre de servicios no esenciales (p. ej.: tiendas de ropa, restaurantes o bares) para desalentar a las personas a que no concurran a estos lugares en este momento y reducir los servicios de transporte público. En algunos países, se han cerrado las fronteras regionales o se ha advertido a las personas que no viajen a más de unos kilómetros de su casa. La aplicación de estas directrices depende mucho del contexto y, con frecuencia, resulta del equilibrio entre lo que sea mejor para reducir la transmisión y el costo socioeconómico a largo plazo.

  • Quedarse en casa si se tiene síntomas de COVID-19: Si una persona tiene síntomas de COVID-19, debería quedarse en su casa, al igual que las demás personas que convivan con ella. Si los síntomas son leves, todos los habitantes del hogar deberían quedarse en la casa durante 14 días. Si alguno de los habitantes presenta síntomas graves, se debería buscar ayuda médica (preferentemente llamando a las líneas de atención sobre COVID-19, si existiesen). En este resumen técnico de la OMS, se dan consejos detallados sobre atención segura en el domicilio de personas con síntomas leves. Muchos gobiernos nacionales también habrán elaborado guías contextualizadas sobre este tema. En este documento, se describen a grandes rasgos las adaptaciones que quizás haya que tener en cuenta para brindar atención en el domicilio en países de ingresos bajos y medios.

  • Evitar los saludos con contacto físico: Se debería evitar todo tipo de contacto físico con las personas que no conviven con nosotros. Este punto incluye evitar estrechar las manos, abrazarse o besarse. Muchos países han comenzado a promover saludos alternativos, como saludar con la mano o hacer el saludo "Namasté", usado comúnmente en el sur de Asia.

Fuente: Saludos alternativos ilustrados por Toby Morris

  • Trabajar desde casa si fuera posible: En muchos países, se les ha pedido a las personas que trabajen desde su casa si es posible, pero hacer eso es difícil para la mayoría de las personas que viven en países de ingresos bajos y medios. Algunos factores que dificultan la implementación de esa recomendación en países de ingresos bajos y medios son: muchas familias no tienen acceso a los equipos informáticos y el servicio de Internet que permitirían que trabajen desde su casa y, en promedio, el entorno doméstico quizás sea más pequeño. Incluso en los países de ingresos altos las familias han tenido dificultades para cumplir con las responsabilidades laborales ahora que también suelen tener que cuidar de sus hijos y enfrentarse a otras presiones socioeconómicas. Se ha documentado que el estrés extra relacionado con trabajar desde casa tiene efectos adversos sobre la salud mental. Si bien pocos países de ingresos bajos y medios exigen trabajar desde casa, algunos han alentado a los empleadores a que sean flexibles en este momento a fin de que los empleados puedan adaptar las condiciones laborales a su situación actual. Sin embargo, para quienes dependen de un ingreso diario para subsistir y quienes se dedican a profesiones que implican trabajo manual o están en el sector informal, trabajar de casa seguramente no es una opción viable. En este caso, se debe ayudar a estas personas a que cumplan con el distanciamiento físico, usen las mascarillas de forma segura y se laven las manos con frecuencia. Para que esto sea posible, se les debería exigir a los empleadores que adapten el entorno laboral para que sea más seguro y sea posible tener estas conductas. Estas adaptaciones pueden incluir brindar estaciones de lavado de manos dentro de los edificios o en la entrada/salida, entregar mascarillas al personal y ajustar el horario laboral o el espacio de trabajo para que haya menos personas en el mismo lugar al mismo tiempo.

  • Cerrar las escuelas: Aunque los niños tienen menos riesgo de contraer COVID-19 que los adultos y tienen menor probabilidad de presentar un cuadro grave, igualmente son susceptibles a contagiarse y son potenciales transmisores del virus. Por estos motivos, en muchos países se ha decidido cerrar las escuelas o adaptar la forma en la que se gestionan las escuelas para posibilitar que se cumpla con el distanciamiento físico. Sin embargo, el cierre de las escuelas puede ir en detrimento de la educación de los niños y tener consecuencias socioeconómicas para las familias de esos niños. A medida que reabren las escuelas, tal vez se deban implementar diversas medidas de distanciamiento físico. Las explicamos en detalle en este recurso.

  • Proteger a las personas vulnerables: En algunos países, a esta estrategia se la denomina "aislamiento de personas vulnerables", "autoaislamiento" o "estrategia del nido". Básicamente, significa que las personas que son más vulnerables a presentar un cuadro grave (las personas mayores o que tienen afecciones médicas preexistentes) elijan quedarse en su casa e interactuar al mínimo con otros habitantes del hogar o personas que viven fuera de este. Las familias, las comunidades o los servicios de asistencia social suelen ayudar a estas personas a que se queden en casa enviándoles alimentos y medicamentos a domicilio. En los países de ingresos bajos y medios, es probable que sea más difícil aplicar estos principios. En este recurso, se describen a grandes rasgos distintas opciones que las comunidades o los gobiernos podrían tener en cuenta en países de ingresos bajos y medios. Hay diversas dificultades prácticas con la implementación del aislamiento de personas vulnerables o las zonas verdes de protección. En particular, es importante implementar estas medidas de modo que sea aceptable en el contexto local.

Recuerde que, de todos modos, se debe cumplir con el distanciamiento físico, junto con otras medidas como el lavado de manos con jabón y el uso de mascarilla.

Es probable que las medidas de distanciamiento físico mencionadas con anterioridad se impongan y se eliminen de manera escalonada. En este documento, la OMS brinda más detalles sobre las medidas de distanciamiento físico y cómo se pueden implementar de forma aceptable. También se dan criterios para ayudar a los países y las regiones a decidir en qué momento implementar y eliminar las medidas de distanciamiento físico. Estos criterios incluyen aplicar las medidas según el nivel de transmisión local de la enfermedad y equilibrar los beneficios y los riesgos de las medidas de salud pública y las medidas sociales.

En este recurso, hemos dado definiciones generales de las conductas de distanciamiento físico. Si la organización a la que pertenece usted está trabajando en el distanciamiento físico, es importante definir cada una de las conductas esperadas de conformidad con las directrices nacionales y el contexto local, a fin de asegurarse que la población pueda implementar las recomendaciones con facilidad. Siga el proceso detallado en este recurso para ver más consejos sobre este tema.

¿Qué acciones prácticas se pueden usar para promover el distanciamiento físico en los países de ingresos bajos y medios?

En esta sección, hacemos un resumen de algunos principios generales sobre cambio de hábitos que se pueden usar para promover el distanciamiento físico y comunicar mensajes al respecto en países de ingresos bajos y medios. Muchos de los ejemplos específicos que se describen en esta sección son resultado de una sesión de trabajo sobre distanciamiento físico en países de ingresos bajos y medios organizada por The Curve. Nótese que, como el distanciamiento físico es algo nuevo, aún no se ha evaluado ninguna de estas ideas, pero se basan en la teoría de cambio de hábitos y en las innovaciones a nivel comunitario. Para seleccionar cuál de estas acciones podría ser relevante en los contextos donde trabaja usted, recomendamos evaluar los hábitos actuales en la población objetivo para identificar las barreras y los factores impulsores principales en relación con el distanciamiento social, luego repasar esta lista y ver qué acciones tal vez permitan abordar algunas de esas barreras.

Principios generales del cambio de hábitos para promover el distanciamiento físico y comunicar mensajes al respecto:

Comunicar información sobre la transmisión: Este punto incluye comunicar información simplificada sobre cómo se propaga la COVID-19 de persona a persona y cómo el distanciamiento físico frena la transmisión mediante la reducción de la interacción entre personas. Si las personas no comprenden cómo se transmite la enfermedad, el distanciamiento social y los pactos sociales relacionados con este no tendrán sentido para las personas. Los mensajes visuales, como los videos o las imágenes simples, pueden ser eficaces para comunicar cómo se propaga el virus. Intente adaptar estos materiales a su contexto para que muestren a personas parecidas a la población de su zona. El siguiente video de Developmental Media International es un buen ejemplo de cómo se hizo algo así en Burkina Faso.

La campaña en redes sociales del gobierno mexicano recurrió a una superheroína animada para explicar en qué consiste el distanciamiento físico y promoverlo de una forma que sea fácil de entender para los niños.

Ser específicos y claros sobre las medidas que se desea que tomen las personas: Los mensajes sobre distanciamiento social deberían incluir información sobre quién debería practicar el distanciamiento social (la población objetivo), cuándo debería practicarse (lugar) y cómo mantener la distancia física (comportamiento definido). Este recurso puede servir de guía para definir el comportamiento esperado, la población y el lugar. Algunos ejemplos de mensajes específicos y claros para ayudar con el distanciamiento físico son: evitar las reuniones masivas, viajar solo cuando es necesario e intentar mantener mantenerse a 2 metros de los demás como mínimo. Los mensajes también deben estar contextualizados de forma tal que las personas puedan aplicarlos con facilidad. En este sitio web, se dan algunos ejemplos creativos de cómo algunos países de distintas partes del mundo han alentado a las personas a recordar a cuánto equivalen 2 metros de distancia.

Fuente: Mensaje sobre distanciamiento social de WaterAid India.

Modificar el entorno físico para desencadenar el comportamiento deseado: Según el contexto, las personas podrían olvidarse de aplicar los consejos en momentos relevantes de su vida cotidiana. Cree recordatorios oportunos que induzcan a las personas a seguir las directrices en momentos y lugares fundamentales. Por ejemplo: se puede hacer que el distanciamiento sea intuitivo separando los asientos en las clínicas, alentando a las personas a colocar los bidones en la fila para conseguir agua (en lugar de que sean las personas las que hagan fila) y hacer marcas en el piso para mantener la distancia en la entrada de pequeños comercios o en su interior.

Fuente: Un hospital de la India adaptó su sala de espera para posibilitar el distanciamiento físico.

Fuente: En Singapur, se dividió un banco y se hizo una marca para fomentar el distanciamiento físico.

Fuente: Una defensora de WASH de la organización Water4 capacita a los miembros de la comunidad sobre distanciamiento físico en puntos de suministro de agua. Usa marcas visuales simples (en este caso, líneas dibujadas en la tierra) para indicarles a las personas dónde deberían poner los bidones y les explica que pueden mantenerse a una distancia segura sin perder su turno en la fila.

Adaptar los mensajes al contexto, haciendo hincapié en las situaciones en las que se dificulta el distanciamiento físico: Para garantizar que los mensajes sobre distanciamiento físico sean eficaces para la población objetivo, estos mensajes deben ser específicos para la realidad local. Al elaborar materiales de comunicación, piense en las circunstancias específicas de su contexto en las que sería difícil que las personas cumplieran con el distanciamiento físico. Por ejemplo: en Pakistán, se usó un aviso publicitario de televisión para alentar a los pakistaníes a que se quedaran en su casa y practicaran el distanciamiento físico durante la celebración del Eid al-Adha.

Asimismo, en Sudáfrica, se están realizando algunos servicios religiosos en campos para posibilitar el distanciamiento físico.

Fuente: Feligreses de la Iglesia Apostólica Inhlanhla Yokuphila en Sion practican el distanciamiento físico al asistir a un servicio religioso en un campo abierto en Sudáfrica.

En el Líbano, algunos alumnos se dieron cuenta de que iba a ser difícil para muchas personas pasar el Día de la Madre lejos de sus seres queridos, por lo cual coordinaron el envío de rosas a las madres a través de drones.

Fuente: Madres del Líbano reciben rosas enviadas por un dron con motivo del Día de la Madre.

En Egipto, cuando los teatros empezaron a reabrir, se colocaron en los asientos fotos de actores egipcios famosos para que el distanciamiento físico sea más aceptable y divertido.

Fuente: En el teatro El Sawy Culture Wheel, se colocaron fotos de actores egipcios famosos en muchos de los asientos para posibilitar el distanciamiento social.

En otros lugares, se han descentralizado los mercados grandes en mercados barriales más pequeños donde las personas pueden acceder a productos básicos más cerca de su casa y, de esta forma, se evitaron los viajes innecesarios y las grandes multitudes. Asimismo, en lugares afectados por crisis, donde es común la distribución de productos de higiene y alimentos, las organizaciones han hecho ajustes para garantizar que este proceso sea más seguro.

Inspirar a las personas a que actúen por el bien de los demás, no solo por el bien propio: Muchas medidas de prevención de la COVID-19, incluido el distanciamiento social, exigen que hagamos grandes concesiones en nuestra vida cotidiana. Si bien estas medidas reducen en efecto nuestra exposición a la COVID-19, solemos cumplir con el distanciamiento físico para proteger a los demás, particularmente a quienes son más vulnerables médicamente. Puede ser muy potente vincular el distanciamiento físico con esta idea altruista de hacer algo por el bien común. Por ejemplo: el siguiente afiche se diseñó para festejar las actividades mundanas de las personas que se quedan en casa en el Reino Unido para proteger a los demás.

Fuente: Afiche diseñado por Bold White Space.

Distinguir entre distanciamiento físico y confinamiento social:

Muchas personas creen que el distanciamiento físico significa aislarse y confinarse. Es importante comunicar que ese no es necesariamente el caso y facilitar las oportunidades para reunir a las personas en este momento. Por ejemplo: en las Filipinas, los servicios religiosos por Internet han brindado una nueva forma de reunir a las congregaciones. En otros países, se han creado servicios de asistencia psicológica sobre COVID-19 brindados por teléfono, grupos de Facebook, radio y mediante la capacitación del personal de primera línea en materia de primeros auxilios psicológicos. Como se señaló en esta guía de los Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades, también puede ser de ayuda comunicar con claridad que las medidas de distanciamiento físico son medidas de corto plazo y, si fuera posible, se notificarán al público las fechas propuestas en las que se regresará a la normalidad. En otros lugares, las personas se visitan pero permanecen fuera de las casas y a cierta distancia.

Festejar la "desviación positiva": Las personas que practican la desviación positiva (los "desviados positivos") son las personas que se las arreglan para cumplir correctamente con los consejos de salud pública, a pesar de que la mayoría de las personas que las rodean no lo hacen. Durante un brote epidémico, puede ser útil identificar a estos individuos, aprender de ellos y festejar su actitud, para que otros miembros de la comunidad se inspiren con estos modelos a seguir con los que se pueden identificar. Puede ser útil hacer entrevistas en video o audio con los "desviados positivos" en las que compartan sus consejos sobre cómo mantener la distancia física de una forma viable. Consulte este seminario web para ver más información sobre cómo aplicar la desviación positiva en la respuesta a la COVID-19. También puede ser útil destacar reacciones normales y cotidianas a las conductas de distanciamiento físico. Por ejemplo, este video capta la experiencia sincera de las personas que están manteniendo la distancia física en el Reino Unido, qué cosas extrañan, cómo están haciendo frente a esta situación y por qué están motivadas a continuar, a pesar del gran sacrificio personal. Asimismo, MTV Shuga ha creado un canal llamado "Solos pero juntos", donde los personajes hablan sobre sus experiencias cotidianas relacionadas con la COVID-19 y refutan conceptos erróneos sobre el virus.

Recurrir a las redes y los líderes comunitarios confiables: Los líderes comunitarios y otras personas influyentes pueden ser fundamentales para promover los nuevos hábitos de distanciamiento físico y probablemente ayuden a normalizar estas prácticas. Las redes comunitarias pueden ayudar a los actores involucrados en la respuesta a entender el contexto local, explicar las innovaciones locales y los mecanismos de afrontamiento, difundir información y dar consejos sobre implementación aceptable de proyectos. Comience por mapear las redes comunitarias existentes, identificar a las personas de confianza y entender cómo trabajan hoy en día y cómo se las podría fortalecer. En muchos países, se han creado grupos de ayuda y ahorro comunitarios a nivel local para asistir a las personas vulnerables que están en autoaislamiento.

Hacer que el distanciamiento físico sea parte de la "nueva normalidad": Es importante normalizar las conductas de distanciamiento físico. Para ello, resulta útil pensar en el canal de comunicación utilizado y el contenido de los mensajes. Algunos canales de comunicación, como los medios masivos, se pueden usar para mostrar en la práctica conductas de distanciamiento físico y, así, ayudar a posicionarlas como la norma. También es posible usar estos formatos para mostrar a personas que se comportan erróneamente o se topan con barreras que les impiden cumplir con las conductas preventivas. En esta serie de videos cortos de Zambia, hacen precisamente eso y luego muestran cómo otras personas de la comunidad corrigen las conductas incorrectas o cómo se superan esas barreras mediante las acciones a nivel comunitario.

Dar una serie de medidas alternativas: Es útil pensar en las medidas de distanciamiento físico como un abanico que tiene desde un conjunto de prácticas ideales hasta otras opciones menos ideales pero más viables. Este es un factor importante a tener en cuenta en la planificación nacional o regional, puesto que variarán mucho las experiencias individuales en torno de la pandemia de COVID-19 (p. ej.: en términos de vulnerabilidad médica, impacto socioeconómico y circunstancias personales). Por ejemplo: muchos gobiernos están recomendando que las personas mayores y las personas con afecciones preexistentes se autoaíslen en su casa. Sin embargo, es común que estas personas convivan con otras personas que no tienen riesgo alto y estas últimas deben ir a trabajar o hacer viajes necesarios. Además, las personas vulnerables quizás no siempre puedan residir en una casa suficientemente grande para permitir que se aíslen en un lugar exclusivo para ellas. En esas situaciones, tal vez sea necesario brindar asesoramiento sobre cuál es el procedimiento ideal de autoaislamiento (p. ej.: en casos donde las personas vulnerables tienen casa propia y sus familiares les llevan los alimentos y víveres necesarios para mantener al mínimo el contacto), pero también aconsejar sobre la demarcación de "zonas seguras" de la vivienda, fomentar la limpieza frecuente, el lavado de manos con jabón, el uso de mascarilla y la planificación de actividades externas que se pueden reducir.

Notas sobre revisión académica

Redactado por: Eva Manzano y Sam Gil (CAWST)

Revisado por: Max Friedrich, Miriam Harter, Ben Tidwell.
Última actualización: 16/09/2020

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