¿Cómo se transmiten las enfermedades a través de las superficies?
Muchas enfermedades contagiosas se pueden transmitir por medio de las superficies (ver la siguiente imagen). Las superficies abarcan a una variedad de objetos que se tocan comúnmente, como mesas, picaportes, juguetes, interruptores de luz y otros objetos. En general, la probabilidad de propagación de una enfermedad por medio de las superficies depende de estos factores:
La cantidad de patógenos (virus) diseminados por las personas contagiadas
La supervivencia del virus en las superficies
La tasa de transferencia desde las superficies a las manos y la boca/nariz/ojos
La cantidad de virus necesarios para provocar la enfermedad (dosis infecciosa)
La resistencia del virus a la desinfección
En este documento, se hace una síntesis de los mecanismos que participan en la transmisión de virus a través de las superficies y se incluyen datos científicos relacionados con el virus SARS-CoV-2.
Si bien es posible que se transmita el SARS-CoV-2 a través de las superficies, las pruebas científicas disponibles a la fecha indican que la vía principal de transmisión de este virus es el aire (como se describe en este comentario publicado en The Lancet) y que las superficies contaminadas representan un riesgo bajo (como se aclara en este documento científico de los CDC de los EE. UU.).
Transmisión a través de superficies. Adaptado de: Julian, 2010.
¿Qué significa "detección" cuando hablamos de virus presentes en el ambiente?
Es posible detectar los virus que están en el ambiente por medio de múltiples mecanismos. Los enfoques actuales dependen en gran medida del uso de métodos moleculares que detectan material genético único del patógeno en cuestión (en este caso, el SARS-CoV-2). El material genético es solo uno de los componentes de un virus y no puede infectar por sí solo. Se suele poder detectar el material genético en virus viables ("vivos") y en virus no viables o inactivados ("muertos"). Detectar el SARS-CoV-2 en el ambiente o en las superficies por medio de métodos moleculares no implica que el virus esté vivo y sea capaz de infectar. La capacidad que tenga un virus de infectar a una persona nueva dependerá de varios factores, entre ellos si el virus es viable.
¿Cómo se pueden contaminar con SARS-CoV-2 las superficies?
Las superficies se pueden contaminar con SARS-CoV-2 cuando una persona que porta el virus (que puede o no tener síntomas de COVID-19) lo libera al ambiente cuando, por ejemplo: tose, estornuda, vomita o defeca.
En ámbitos sanitarios, se halló material genético del SARS-CoV-2 en un 8,9% de 336 superficies analizadas, en su mayoría camas individuales, en un estudio multicéntrico llevado a cabo en Inglaterra. En otro estudio (no publicado al 18 de diciembre de 2020), un 13,1% de las superficies hospitalarias analizadas (en su mayoría, superficies que están en contacto directo con los pacientes) dieron positivo al analizar la presencia de material genético del virus. En una sala de aislamiento ocupada por un paciente con COVID-19 en Singapur, se informó que se detectó material genético del SARS-CoV-2 en un 87% de las 15 superficies de la sala (lo cual incluye las barandillas de las camas y las ventanas) antes de la limpieza. En el mismo estudio, se halló material genético del SARS-CoV-2 en un 60% de las instalaciones de 5 baños (incluidos la taza del inodoro, el lavabo y el picaporte de la puerta). Otros estudios arrojaron resultados similares en ámbitos sanitarios (estudio 1, estudio 2, estudio 3, estudio 4, estudio 5).
En ámbitos comunitarios, se detectaron concentraciones bajas de material genético del SARS-CoV-2 en un 8,3% de las 346 muestras tomadas de superficies de contacto frecuente en Somerville (Massachussets, Estados Unidos). Los índices de positividad más altos se hallaron en las manijas de los cestos de residuos y en los picaportes de las puertas de licorerías (estudio 6). Se calculó que el riesgo de contagio asociado era bajo. Asimismo, en otro estudio realizado en Belo Horizonte (Brasil, estudio 7), se obtuvo un resultado positivo en un 5,3% de las 933 superficies analizadas al estudiar la presencia de material genético del SARS-CoV-2. La mayoría de los resultados positivos provenían de bancos públicos de las paradas de autobús o las calles. Estos resultados son congruentes con una investigación a pequeña escala llevada a cabo en un pueblo rural de España (estudio 8).
Una revisión sistemática de los estudios sobre contaminación de superficies indicó que los laboratorios tenían la mayor proporción de superficies donde se detectó la presencia de material genético del SARS-CoV-2 (estudio 9). En todos los ámbitos, las mascarillas y los utensilios que los pacientes con COVID-19 utilizaban para comer fueron los elementos más comúnmente contaminados con el virus, seguidos por los dispositivos electrónicos (véase la tabla a continuación).
En general, si bien es posible que se transmita el SARS-CoV-2 a través de las superficies, las pruebas científicas disponibles a la fecha indican que la vía principal de transmisión de este virus es el aire (como se describe en este comentario publicado en The Lancet) y que las superficies contaminadas representan un riesgo bajo (como se aclara en este documento científico de los CDC de los EE. UU.).
¿Cuánto tiempo sobrevive el SARS-CoV-2 en las superficies?
Cuando una persona disemina virus en una superficie u objeto al estornudar, toser o defecar, estos virus comienzan a morir y, con el paso del tiempo, disminuirá la cantidad de virus infecciosos de la superficie. El SARS-CoV-2 es capaz de sobrevivir en las superficies desde horas a días, según el tipo de superficie, la temperatura y la humedad. En una revisión sistemática reciente, se identificaron siete estudios de laboratorio que evaluaron la persistencia del SARS-CoV-2 en las superficies: la semivida resultante (el tiempo que debe transcurrir para que la cantidad de virus se reduzca al 50%) fue de entre 2,2 a 18 horas en superficies de acero inoxidable, nitrilo y plástico. Los factores que influyen en la supervivencia de los coronavirus en distintas superficies se abordan en al menos dos artículos de revisión (este y este otro): allí se incluye la porosidad de las superficies, las condiciones del entorno y las características de los virus. Pareciera que el virus es bastante sensible al calor y la radiación UV, por lo cual si una superficie está expuesta a la luz solar, es posible que el virus muera más rápido.
¿Hasta qué punto puede transferirse el SARS-CoV-2 de las superficies a las manos?
No todos los virus que están en una superficie determinada se transferirán a las manos al tocar dicha superficie. La tasa de transferencia o eficacia de transferencia es una medida que establece cuán fácil es para los microorganismos como los virus pasar de una superficie o un objeto a las manos. No conocemos la tasa exacta de transferencia del SARS-CoV-2. Sin embargo, las tasas de transferencia suelen ser más bajas en las superficies porosas, como los tejidos, que en las superficies no porosas, como el acero inoxidable. En un estudio de laboratorio en el cual se usó un virus similar al SARS-CoV-2, aproximadamente 5-20% del virus pasó de una superficie rígida a los dedos. En comparación, solo 0,4% del virus pasó de una superficie porosa a los dedos. Sin embargo, el SARS-CoV-2 podría tener un comportamiento distinto al del virus de este estudio. Las manos se pueden contaminar con el virus incluso con tasas de transferencia más bajas si hay una alta concentración del virus en una superficie.
¿Qué tipo de limpieza y desinfección de superficies deberíamos promover en las casas y los lugares de trabajo?
Esta sección se vale de información extraída de la guía sobre limpieza y desinfección de casas y la guía detallada sobre desinfección elaboradas por los Centros (de los EE. UU.) para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las orientaciones provisionales sobre limpieza y desinfección de las superficies del entorno inmediato en el marco de la COVID-19, la ficha técnica sobre agua, saneamiento e higiene y las orientaciones provisionales respecto a la hospitalización domiciliaria de pacientes con COVID-19 publicadas por la Organización Mundial de la Salud, además de las orientaciones provisionales sobre limpieza ambiental de instalaciones no hospitalarias expuestas al SARS-CoV-2 publicadas por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
Las personas contagiadas pueden diseminar el SARS-CoV-2 incluso si no presentan síntomas o presentan síntomas leves, y sabemos que la carga viral de los pacientes es mayor cuando los síntomas recién aparecen. Por lo tanto, es importante limpiar las superficies y los objetos incluso si pareciera que ningún miembro de la familia está enfermo. A continuación, se dan más recomendaciones por si se presentara un caso de COVID-19 en su hogar.
¿Cuál es la diferencia entre limpiar y desinfectar?
Limpiar suele referirse a eliminar físicamente la tierra y los gérmenes de una superficie, en general con agua y jabón o detergente, antes de desinfectar. Desinfectar es el proceso de inactivar (matar) los gérmenes como el SARS-CoV-2 presentes en una superficie, en general mediante el uso de sustancias químicas como el cloro (la lejía), después de limpiar.
Se recomienda limpiar y desinfectar a diario las superficies domésticas con las que se tiene contacto frecuente, como los picaportes, los interruptores de luz, los baños y las llaves de agua.
Si las superficies tienen suciedad visible, antes de la desinfección deberían limpiarse con agua y jabón/detergente común. La limpieza se debería realizar de modo sistemático, desde las áreas limpias hasta las sucias y de arriba hacia abajo. Dado que los materiales de limpieza (paños, guantes) se pueden contaminar, deberían lavarse (como se describe más adelante) o descartarse de forma segura.
¿Qué tipos de superficies hay en las casas?
Las superficies y objetos domésticos pueden ser porosos o no porosos. En la siguiente tabla se dan algunos ejemplos. Las superficies y objetos porosos tienen muchísimos orificios diminutos que permiten que pasen los líquidos, mientras que las superficies no porosas no. Debido a esta diferencia, las prácticas de limpieza y desinfección recomendadas son diferentes para las superficies porosas y no porosas.
Adaptado de: National Pesticide Information Center
La OMS recomienda detectar zonas de “alto contacto” en el hogar para desinfectarlas prioritariamente. Algunas superficies de alto contacto son las manijas de las puertas, las ventanas, las alacenas y los electrodomésticos, las superficies de la cocina y aquellas donde se elaboran alimentos, las encimeras, las superficies de los baños, los inodoros y las manijas o botones de descarga de los inodoros, las llaves de agua y los dispositivos electrónicos, como teléfonos, tabletas, teclados y mouses.
Superficies no porosas
Se pueden usar los desinfectantes que se consiguen comúnmente, como la lejía de uso doméstico, para desinfectar superficies no porosas después de haberlas limpiado. La lejía de uso doméstico suele tener un 5-6% de hipoclorito de sodio (cloro) y, antes de su uso, debería diluirse con agua limpia hasta una concentración final de al menos 0,1% de cloro (ver las instrucciones en el siguiente diagrama). Nótese que la concentración de cloro de la lejía puede variar en cada contexto; si fuera menos de 5-6%, debería ajustarse debidamente la dilución. Para ver más información sobre cómo hacer diluciones de cloro, use esta calculadora.
Las soluciones de cloro son corrosivas; nunca deberían almacenarse en recipientes metálicos y, en caso de aplicarse sobre una superficie metálica para desinfectar, enjuagar bien con agua después de la desinfección puede prevenir la corrosión. Se pueden usar desinfectantes a base de alcohol con al menos 70% de alcohol como una alternativa a la desinfección con cloro de superficies y objetos metálicos.
El cloro puede irritar la piel y los ojos. Las personas deberían recibir instrucciones para preparar las diluciones en lugares bien ventilados y evitar el contacto entre la lejía/dilución y la piel o los ojos. Aquí se resumen otras recomendaciones de seguridad relacionadas con el uso de desinfectantes químicos.
Fuente: Karin Gallandat
Para que la desinfección sea eficaz, es necesario que haya contacto suficiente entre el desinfectante y el virus, lo cual implica aplicar el desinfectante hasta cubrir por completo la superficie (visiblemente húmeda) y dejar que actúe el desinfectante —cloro al 0,1% o etanol al 70%— durante al menos 1 minuto antes de secar.
Las soluciones de cloro diluido pierden eficacia con el paso del tiempo. Se debería las preparar de cero a diario y almacenar en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa.
Superficies porosas
Las superficies porosas (como las alfombras, las cortinas o la madera) se deberían limpiar lo más seguido posible con agua tibia o caliente y jabón. De ser posible, a continuación se debería aplicar generosamente un desinfectante (cloro al 0,1% o etanol al 70%) durante al menos 1 minuto. En todo caso, después de limpiar o desinfectar, se debería dejar secar los objetos o superficies, idealmente al sol.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) recomienda almacenar los tejidos que probablemente se contaminen (p. ej.: telas, toallas y sábanas usadas por un paciente confirmado o sospechado de COVID-19) en una bolsa de lavandería exclusiva y lavarlos por separado. Si fuera posible, se deberían usar guantes de trabajo pesado para manipular estos tejidos y se debería tener cuidado de no arrastrar la ropa sucia contra el cuerpo. Con un objeto firme y plano, se deberían raspar los restos de excremento que hubiera en la ropa para desecharlos en el inodoro usado por el paciente o en un balde con tapa para luego desechar el contenido por el inodoro si no estuviera en la habitación del paciente. Luego, se deberían lavar los tejidos a máquina en agua caliente (60oC-90oC) con jabón para ropa o remojar en agua caliente con jabón en un tambor grande y revolver con un palo. Si no hubiera agua caliente, se deberían remojar los tejidos en una solución de cloro al 0,05% durante 30 minutos y, después, enjuagarlos con agua limpia. Nótese que el cloro puede manchar de forma permanente algunos tejidos.
Se puede preparar una solución de cloro al 0,05% mezclando partes iguales de agua limpia y solución de cloro al 0,1% preparada según el procedimiento descrito anteriormente. En todo caso, con o sin desinfección, es importante asegurarse de secar al sol directo los artículos lavados.
Si nadie en la casa es paciente confirmado o sospechado de COVID-19, no es necesario usar lavarropas ni secarropas ni agua muy caliente. Se puede lavar la ropa de modo habitual.
¿Qué ocurre si las instalaciones de desinfección y lavado son limitadas?
En contextos donde haya opciones limitadas para la desinfección o lavado, secar al sol los objetos, como los utensilios de cocina, puede ayudar a matar los virus de las superficies y los objetos. La mayoría de los virus son sensibles a la luz solar y al calor, entre ellos el virus de la gripe y los coronavirus.
¿Qué podemos recomendarles a las personas que viven en refugios improvisados o casas con pisos de tierra?
Mil millones de personas viven en asentamientos informales. Asimismo, según cálculos de ACNUR, 70 millones de personas están desplazadas hoy en día y viven en casillas temporarias o improvisadas o en carpas. Mantener la limpieza en estos ámbitos es un desafío diario, dado que los pisos, las paredes y las superficies suelen ser de materiales naturales o sin acabado, como madera, barro o plástico, y la disponibilidad de elementos de limpieza y desinfección probablemente sea limitada.
En estos ámbitos, quizás sea imposible evitar por completo que se contaminen las manos con las superficies, pero lavándose las manos con jabón aún se puede impedir que las personas se contagien. Sugerimos recomendar lo siguiente:
Cuando sea posible, ver opciones para incrementar la cantidad de agua y jabón a disposición de las familias para posibilitar una limpieza húmeda más frecuente. Fomentar el lavado frecuente de las manos con jabón y recordarles a las personas que eviten tocarse el rostro. Alentar a los padres a que laven frecuentemente las manos de los niños, lo cual es importante porque es probable que los niños entren en contacto con superficies que sean difíciles de limpiar (p. ej.: pisos de tierra) y se lleven las manos a la boca.
Barrer es una práctica de limpieza muy difundida, en particular en lugares donde las casas tienen pisos de tierra. El barrido puede aerosolizar los virus del piso: al igual que el polvo, los virus pueden pasar del piso al aire (estudio 1, estudio 2). No se ha evaluado directamente el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 mediante los aerosoles generados al barrer. Como precaución, sin embargo, se debería fomentar la limpieza húmeda siempre que sea posible.
UNICEF recomienda distribuir kits de prevención y control de infecciones a familias vulnerables, que incluyan los siguientes elementos fundamentales, adaptados al contexto local: jabón o sanitizante de manos, detergente y productos a base de cloro, trapeador y balde o palangana y, si correspondiera, un balde con grifo para lavarse las manos. Para ver más información, lea nuestros recursos sobre distribución de kits de higiene para la respuesta a la COVID-19.
¿Qué pasa si alguien que vive en casa estuvo enfermo?
En las casas con casos sospechosos o confirmados de COVID-19, se pueden seguir los procesos de limpieza y desinfección descritos anteriormente con todas las superficies con las que se tiene contacto habitualmente. Si hay una persona enferma en la casa, se deberían seguir estas otras medidas de limpieza y desinfección:
Los artículos domésticos usados por el paciente, como los utensilios, los platos, la ropa de cama o las toallas, deberían limpiarse y desinfectarse por separado, sin mezclarlos con los artículos de los demás miembros de la familia y siguiendo los procedimientos descritos en la sección "¿Cómo se deberían limpiar las superficies de la casa?".
Si fuera posible, se recomienda destinar una habitación y un baño para uso exclusivo de la persona enferma. En ese caso, se debería mantener al mínimo la frecuencia de limpieza de los espacios usados por la persona enferma (p. ej.: solo limpiar las superficies sucias) para evitar el contacto innecesario con el paciente y las superficies contaminadas. Si no, se le podría dar a la persona enferma elementos de limpieza y desinfección para que ella misma limpie los espacios que usa.
Si no es posible que la persona enferma tenga un espacio exclusivo, se recomienda que la persona enferma limpie y desinfecte las superficies de la casa (p. ej.: después de cada vez que usa el baño). Si la persona enferma no puede realizar estas tareas, el cuidador debería usar una mascarilla y guantes (lea aquí consejos de uso) para limpiar y desinfectar las superficies sucias y de alto contacto.
Para más recomendaciones sobre cómo proteger a las personas vulnerables, consulte este artículo.
Resumen de recomendaciones:
Cuando sea posible, se deberían limpiar y desinfectar las superficies no porosas con lejía diluida (cloro al 0,1%) o etanol al 70%.
Las superficies porosas se deberían limpiar, lavar y orear al sol frecuentemente.
Fomentar el lavado de manos con jabón como método adicional para interrumpir la transmisión.
¿Cuán resistente es el SARS-CoV-2 a la desinfección?
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, se ha evaluado la resistencia del SARS-CoV-2 a numerosos desinfectantes químicos. Los estudios de laboratorio muestran sistemáticamente que el virus es vulnerable a los desinfectantes comunes, como el cloro, el etanol o el Virkon (estudio 1, estudio 2, estudio 3). En una revisión sistemática de estudios en los que se usaron virus relacionados estrechamente con el SARS-CoV-2, también se halló que el etanol al 70%, el cloro al 0,1-0,5% (hipoclorito de sodio) y el glutaraldehído al 2,0% son capaces de inactivar el 99,99% de estos virus en el acero inoxidable en menos de 1 minuto.
Estos resultados son coherentes con el hecho de que no se detectó la presencia de SARS-CoV-2 en las superficies de dos salas de aislamiento de Singapur después de una desinfección de rutina, en la que se usó cloro al 0,5% (dicloroisocianurato de sodio, NaDCC) dos veces por día en superficies de alto contacto y cloro al 0,1% una vez por día en los pisos. El uso de cloro al 0,1% cada 4 a 8 horas también mantuvo las superficies sin SARS-CoV-2 detectable en dos salas hospitalarias de aislamiento de China.
La desinfección física, como la radiación UV, también puede inactivar el SARS-CoV-2 en las superficies: en tres estudios de laboratorio identificados en una revisión sistemática, se informó al menos un 99,9% de reducción tras una exposición relativamente corta a distintas fuentes de luz ultravioleta.
¿Cómo podemos mantener la limpieza de las palancas de las bombas públicas de agua?
Con las manos, las personas pueden contaminar las palancas de las bombas públicas. Recomendamos seguir estas medidas para mantener limpias las palancas:
Instalar una estación de lavado de manos junto a la bomba, para que los usuarios se laven las manos antes de usar la bomba de agua. Leer esta guía para ver más información sobre cómo crear estaciones de lavado de manos.
Limpiar y desinfectar las palancas de las bombas de agua con la mayor frecuencia posible, siguiendo el procedimiento explicado con anterioridad para las superficies de alto contacto en las casas, es decir: aplicar cloro al 0,1% o etanol al 70% durante 1 minuto, asegurándose de cubrir por completo con desinfectante la superficie de la palanca.
Recursos útiles sobre desinfección de superficies
Safe Surface Science es un grupo de investigadores con sede en la Facultad de Higiene y Medicina Tropical de Londres (London School of Hygiene and Tropical Medicine) que trabaja con los aspectos científicos y la promoción de mantener la seguridad de las superficies en las casas, las instalaciones hospitalarias y otros lugares. En su página web, hay enlaces a videos simples sobre desinfección segura de superficies y una infografía útil.
Transmisión por fómites y estrategias de desinfección para el SARS-CoV-2 y virus relacionados. Esta revisión tiene por objetivo resumir qué se sabe a la fecha sobre la transmisión del virus y los procesos fisicoquímicos subyacentes, en particular por medio de fómites, y métodos comunes de desinfección. También se detectaron brechas en los conocimientos y qué es necesario seguir investigando.
En este enlace, hay consejos de UNICEF sobre limpieza, lavado e higiene en el ámbito doméstico.
Notas sobre revisión académica
Redactado por: Karin Gallandat
Revisado por: Karen Levy, Jacqueline Knee, Sian White, Robert Dreibelbis
Última actualización: 29/07/2021