Aunque la principal vía de transmisión de la COVID-19 es por contacto directo con un paciente contagiado, las personas también se pueden contagiar indirectamente por medio del contacto con superficies del entorno inmediato u objetos usados por una persona contagiada.
Para reducir la transmisión por contacto (p. ej.: con las superficies), se precisa:
A. Limpiar y mantener exhaustivamente las instalaciones.
B. Reducir la cantidad de superficies de alto contacto.
A. Limpiar y mantener exhaustivamente las instalaciones
Al menos una vez por día, se deberían limpiar y desinfectar las superficies y la ropa sucia (si corresponde) de todos los lugares donde pasan el tiempo los alumnos, los docentes y el personal no docente (aulas, comedores, áreas de juego, salas de profesores, dormitorios, laboratorios). Dicha limpieza y desinfección es particularmente importante en las instalaciones de agua y saneamiento y en otras superficies que tocan muchas personas (superficies de alto contacto), como los mandos de los grifos, las barandillas, las mesas de los comedores, los artículos deportivos, los picaportes de puertas y ventanas, los juguetes y el material didáctico.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que, primero, siempre se limpien las superficies con agua y jabón o detergente para eliminar la materia orgánica y, luego, se realice la desinfección. En el ámbito escolar, se puede usar hipoclorito de sodio (lejía) en la concentración recomendada de 0,1%. Si no, se puede usar alcohol con una concentración del 70%-90% para desinfectar las superficies, opción que quizás sea más apropiada para limpiar objetos pequeños. Al preparar y usar los desinfectantes, el equipo de protección personal (EPP) que se recomienda usar como mínimo está conformado por: guantes de goma, bata impermeable y zapatos cerrados. Para leer información detallada sobre la desinfección de superficies y ropa sucia, consulte la sección "Prevenir la transmisión de la COVID-19 a través de las superficies".
Se debería sacar y desechar la basura de forma segura todos los días y se debería maximizar la ventilación y el flujo de aire donde el clima lo permita, por ejemplo, abriendo las ventanas o usando el aire acondicionado si lo hubiera.
Se debería fijar una rutina de operación y mantenimiento para garantizar la limpieza y la funcionalidad de las instalaciones y el abastecimiento de insumos. Si hay jabón y las instalaciones son funcionales y están limpias, los mensajes de los docentes relacionados con la higiene quizás se transmitan con más credibilidad. Al personal de limpieza de las escuelas se le deberían brindar elementos de limpieza, como detergentes de uso comercial, mopas, baldes y EPP (en la medida de lo posible). Las escuelas deberían evaluar su entorno WASH y esforzarse por hacer mejoras en etapas manejables. Aquí está disponible la guía completa de UNICEF sobre agua, saneamiento e higiene (WASH) en escuelas.
Varios miembros de la comunidad educativa —entre ellos, los comités directivos, los docentes, los porteros, el personal de limpieza, el personal médico de las escuelas y los alumnos— pueden contribuir con los esfuerzos por mejorar el entorno WASH de las escuelas. Se deberían identificar y asignar roles clave. La OMS da consejos sobre la asignación de roles a los miembros de la comunidad educativa (anexo 1).
La comunidad educativa no se limita a la escuela en sí. Los padres, los expertos técnicos y los líderes comunitarios pueden ayudar a identificar problemas, crear soluciones y brindar más financiamiento y apoyo a la implementación. En la guía de la OMS mencionada con anterioridad, también hay consejos sobre cómo vincularse con la comunidad en general. Los líderes de los comités directivos de las escuelas deberían asumir por completo la responsabilidad de garantizar que los miembros de la comunidad educativa cumplan con su rol como corresponde. Los datos científicos disponibles apoyan este enfoque que involucra a toda la comunidad para mejorar y mantener las instalaciones: un estudio hecho en Kenia mostró que se pueden mejorar las condiciones WASH dentro de la estructura administrativa existente de una escuela cuando se asigna presupuesto para la compra de elementos de WASH; en otros estudios, se halló que tener participación local inicial, apoyo económico por parte de la comunidad, un defensor local de la causa, un plan de mantenimiento, participación del comité directivo de la escuela y delegar responsabilidad en los alumnos por el monitoreo y la limpieza de las letrinas de la escuela son todos factores clave en el camino para tener instalaciones escolares de WASH bien administradas.
B. Reducir la cantidad de superficies de alto contacto
Si fuera posible, la administración de las escuelas debería considerar eliminar o modificar las superficies de alto contacto, como el mobiliario de uso comunitario, los juguetes y los artículos deportivos. También se podrían dejar abiertas las puertas para minimizar el contacto con los picaportes. Se deberían identificar las demás superficies de alto contacto para que se haga una limpieza y desinfección prioritaria de ellas al menos una vez por día.
Para mayor información sobre estrategias de control de la COVID-19 para abrir las escuelas:
Notas sobre revisión académica:
Redactado por: Julie Watson
Revisado por: Kondwani Chidziwisano, Matthew Freeman, Linda Engel, Mohini Venkatesh, WinS Network, Sian White, Robert Dreibelbis
Última actualización: 26/5/2020