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Todas las coleccionesCambiar los hábitos de higiene durante un brote epidémicoProceso paso a paso para diseñar programas
Paso 3: Identificar las técnicas conductuales y los canales de comunicación adecuados
Paso 3: Identificar las técnicas conductuales y los canales de comunicación adecuados
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Escrito por Sian White
Actualizado hace más de 4 años

El tercer paso de nuestro proceso de tres pasos para diseñar programas de higiene exige que las organizaciones piensen cómo lograrán el cambio de comportamiento (es decir, que piensen en identificar las técnicas de cambio de hábitos) y cómo llegarán a la población objetivo (es decir, que piensen en identificar los canales de comunicación adecuados).

¿Qué son las técnicas para el cambio de hábitos (TCH)?

Las técnicas para el cambio de hábitos (TCH) son los ingredientes activos de su proyecto. Estas técnicas hacen hincapié en qué es lo que se hará, mientras que lo que se debate sobre los canales de comunicación tiene que ver con cómo se harán esas cosas. El modelo RANAS y el modelo COM-B dan una lista detallada de TCH. En general, a los implementadores les cuesta relacionar los hallazgos de la investigación formativa con las TCH y convertirlos en descripciones detalladas de actividades que se puedan implementar en el contexto del programa. Los siguientes modelos aportan más consejos sobre cómo hacer esta transición: el proceso RANAS, Wash'Em y Diseño para el cambio de hábitos. El diagrama a continuación muestra un ejemplo real de cómo se pueden convertir los hallazgos de la investigación formativa sobre hábitos de lavado de manos en TCH y cómo se usan las TCH para elaborar las actividades de un proyecto.

Definir los canales de comunicación:

Trabaje con las comunidades para mapear todas las formas en las que podría llegar a ellas y compartir información con ellas en este momento. Esta tarea se puede llevar a cabo mediante un ejercicio simple de lluvia de ideas, como se muestra en la siguiente imagen:

Fuente: Sian White / LSHTM

Para tener un enfoque más estructurado, intente usar la herramienta de Wash'Em "Puntos de contacto". En el siguiente video, se muestra un ejemplo en la práctica. Nótese que este video se grabó antes de la pandemia de COVID-19. Para adaptar este método, se podrían hacer debates grupales por Internet o se podría reunir a un grupo de personas en un lugar abierto, asegurándose de que se mantenga la distancia física entre personas durante la sesión y que los participantes se laven las manos con jabón antes y después de la sesión.

Fuente: Wash’Em

Al decidir qué canales de comunicación usar, tenga en cuenta lo siguiente:

  • Seguridad: Use las directrices nacionales para evaluar si el personal de su organización tendrá la posibilidad de usar canales de comunicación que implican interactuar en persona. Cuando sea posible, asegúrese de incluir algunos canales de comunicación que no impliquen contacto o en los que el contacto sea mínimo. Algunos ejemplos: radio, televisión, redes sociales, material impreso o anuncios por altavoz. Piense cómo podría adaptar los canales de comunicación a las distintas etapas del brote epidémico.

  • Alcance: ¿Cuáles son los canales que a los que puede acceder la mayoría de su población? Si está pensando en usar medios masivos, quizás también quiera prestar atención a qué estaciones sintonizan las personas y en qué momento. Si está trabajando en una zona donde las personas tienen acceso a las redes sociales e Internet, averigüe qué sitios web y redes sociales son las más usadas y confiables y cómo se usan en esa cultura.

  • Accesibilidad: Si bien el alcance total es importante, también es necesario tener en cuenta qué canales son los más adecuados para distintos sectores de la población. Las mujeres y las niñas, las personas mayores, las personas con discapacidades, las personas con preexistencias médicas, las personas que viven en zonas rurales y otros grupos vulnerables conforman los sectores a los que probablemente es más difícil llegar por medio de la mayoría de los canales. Para superar esta situación, quizás sea necesario vincularse activamente con estos grupos para identificar sus preferencias y adaptar los materiales a sus necesidades. En este documento de UNICEF, se dan consejos sobre cómo hacer esto con personas con discapacidad y, en este documento de IFRC, se dan consejos sobre cómo vincularse y comunicarse con las personas mayores.

  • Credibilidad y confiabilidad: ¿Cuáles son los canales de comunicación o individuos que son confiables, respetables e influyentes para las personas? Explorar esto con las comunidades puede poner en duda supuestos comunes sobre qué constituye información confiable de salud pública. Por ejemplo, en un estudio reciente realizado con refugiados rohinyás que vivían en Bangladés, se halló que las fuentes confiables de información durante los brotes epidémicos incluían a líderes comunitarios capacitados, como los imanes y líderes de grupos de mujeres. Se prefería la información proveniente de esas fuentes por sobre la brindada por trabajadores de la salud y del sector humanitario, que no siempre se perciben como confiables y, a veces, se los malinterpreta. Los refugiados también confiaban en los miembros de la diáspora rohinyá en lugar de confiar en la información de salud pública compartida por los servicios de noticias locales, dado que se consideraba que los servicios de noticias de Bangladés y Birmania estigmatizaban a los refugiados e incluso legitimaban la violencia en contra de ellos. Para ver más información sobre la credibilidad, lea este artículo.

  • Influencia y persuasión: Ciertos canales de comunicación o fuentes de información quizás no se consideren tan creíbles o confiables, pero aun así pueden ser persuasivos o influyentes. Por ejemplo, se sabe que muchas personas cuestionan la credibilidad de la información que ven en las redes sociales. Sin embargo, hay muchísimas razones por las cuales a las personas les podrían resultar menos influyentes y persuasivas las publicaciones en redes sociales. La fuerza persuasiva de la información suele depender de su diseño, contenido y formato (p. ej.: las fotografías y los videos quizás sean más persuasivos que un simple texto), si el mensaje resuena con las creencias propias y quién comparte la información en redes sociales. Para leer más información sobre la persuasión, consulte este recurso.

Evite depender de un único canal de comunicación. Las intervenciones que usan una variedad de canales de comunicación para vincularse con la población y para enviar recordatorios tienen, en general, más éxito en cambiar los hábitos. Aquí hay algunos ejemplos que explican el valor de los múltiples canales de comunicación: estudio 1, estudio 2, estudio 3.

¿Desea leer más información sobre cómo diseñar proyectos eficaces para cambiar los hábitos a fin de prevenir la COVID-19?

Notas sobre revisión académica

Redactado por: Sian White

Revisado por: Peter Winch, Nadja Contzen, Dr Om Prasad Gautam,
Última actualización: 10/06/2020

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