Históricamente, las mujeres son quienes suelen tener menos participación en la toma de decisiones durante los brotes epidémicos.
En general, las desigualdades existentes pueden volverse más marcadas durante las epidemias. En efecto, este hecho ya se identificó durante la pandemia de COVID-19. En los brotes recientes de ébola en África Occidental y la República Democrática del Congo, a las mujeres se las consultó con menor frecuencia que a los hombres y, en consecuencia, sus necesidades y demandas muchas veces quedaron desatendidas. Durante el brote de zika, las diferencias de poder entre hombres y mujeres hicieron que las mujeres no tuvieran autonomía sobre su vida sexual y reproductiva. En el mundo, las mujeres están subrepresentadas en la política y en los puestos jerárquicos en los lugares de trabajo y, por lo tanto, su voz tiene menos capacidad de salir a la luz en este momento. Lo mismo ocurre en el caso de los servicios de salud. A pesar de que las mujeres son mayoría en la fuerza laboral sanitaria del mundo, están subrepresentadas en los puestos jerárquicos del sector de la salud. Los departamentos de agua o servicios de agua son actores clave durante las epidemias dado que el acceso al agua posibilita las prácticas de higiene a nivel comunitario. No obstante, en este sector también las mujeres han estado subrepresentadas históricamente. A pesar de esta situación, las mujeres conforman el 82% de las personas empleadas en las profesiones de limpieza profesional, lo cual incluye la limpieza y el mantenimiento de las instalaciones públicas de agua, saneamiento e higiene (WASH) o las instalaciones de WASH en escuelas y centros de salud.
Fuente: Infografía ODS ONU.
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Notas sobre revisión académica
Redactado por: Sian White
Revisado por: Jane Wilbur, Bethany Caruso, Pryia Nath, Chelsea Huggett
Última actualización: 11/5/2020