Las mujeres tienen más probabilidad de ocupar roles que representen un riesgo mayor de contagio y tienen más probabilidad de cargar con las consecuencias económicas de la COVID-19.

En las culturas y en las sociedades del mundo, las mujeres cumplen la función principal de cuidado, ya sea en el hogar o en los servicios sociales y sanitarios. Por ejemplo, las mujeres constituyen el 70% de la fuerza laboral del sector social y sanitario en todo el mundo. Estos roles profesionales y de cuidado exponen a las mujeres a mayor riesgo de contagiarse y esta cuestión se registró en otros brotes epidémicos recientes también, como en el brote de ébola de África Occidental y el brote de zika en Sudamérica. En muchos países, las mujeres tienen el mandato social de ser las principales responsables de las tareas domésticas, como hacer las compras o recolectar agua, tareas que exigen que las mujeres salgan de su vivienda durante el brote de COVID-19, lo cual las pone en riesgo una vez más.

Las mujeres representan una proporción más pequeña de la fuerza laboral mundial que tiene trabajo formal, pero tienen más probabilidades que los hombres de trabajar en jornada parcial y muchas más probabilidades de estar en el mercado laboral informal. Por lo tanto, es más probable que las consecuencias económicas de la COVID-19 provoquen una reducción del empleo de mujeres, dado que los trabajadores informales o de jornada parcial son los que tienen más posibilidades de ser despedidos o de que se les reduzcan las horas de trabajo. Asimismo, las personas que tienen este tipo de trabajo tienen más probabilidad de tener menos acceso a las medidas de protección del empleo. La ausencia de mecanismos de protección podría ocasionar la pérdida inmediata de los ingresos o forzar a los trabajadores a continuar trabajando en condiciones inseguras (p. ej.: para los trabajadores informales, viajar podría seguir siendo esencial y quizás no puedan cumplir con las medidas de distanciamiento físico). El cierre de las escuelas relacionado con la COVID-19 quizás también haga que a las mujeres les resulte desproporcionadamente más difícil cumplir con sus exigencias laborales habituales debido a que son quienes se encargan en mayor medida del cuidado de los hijos.

Redactado por: Sian White
Revisado por: Jane Wilbur,Bethany Caruso, Pryia Nath, Chelsea Huggett
Última actualización: 11.5.2020

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