Las pruebas científicas indican que los grupos afectados por crisis tienen más riesgo de contraer enfermedades epidémicas, en parte debido a los riesgos para la salud relacionados con el desplazamiento forzoso, el hacinamiento y la cobertura y el acceso inadecuado a los servicios de WASH . Se han informado varios brotes de enfermedades infecciosas, como el cólera, la difteria y el sarampión en campamentos y entornos similares. Prevenir la propagación de la COVID-19 en estos entornos es importante para proteger a los grupos extremadamente vulnerables y a la población general de un país.

Asimismo, quizás estos grupos también estén desatendidos, sean estigmatizados o tengan dificultades para acceder a los servicios de salud que están disponibles para la población general o población receptora. Por ende, los grupos afectados por crisis posiblemente corran más riesgo de tener un cuadro grave de COVID-19 o fallecer por esta enfermedad si no pueden acceder a los servicios de salud. Hay fuertes motivos en materia de salud pública y derechos humanos para extender todos los servicios a todas las personas, sin importar su condición, y para garantizar el carácter inclusivo de la respuesta. Durante la epidemia de COVID-19, los servicios de salud se deberían ofrecer equitativamente para proteger a las personas más vulnerables de las consecuencias de la pandemia y la respuesta.

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Notas sobre revisión académica:

Redactado por: Lauren D’Mello Guyett

Revisado por: Miriam Harter, Nada Abdelmagid, Tara Vernon, Bruce Spires

Última actualización: 11/8/2020