¿Deberíamos fomentar el lavado de manos en distintos momentos del día durante los brotes epidémicos de enfermedades infecciosas?
En general, a nivel comunitario, hacemos hincapié en el lavado de manos en los siguientes momentos críticos:
Antes de preparar alimentos.
Antes de consumir alimentos o dar de comer a un niño.
Después de ir al baño.
Después de limpiarle la cola a un niño.
Durante los brotes epidémicos de enfermedades infecciosas, se debería seguir fomentando el lavado de manos en estos momentos críticos. Sin embargo, dependiendo de la vía de transmisión de la enfermedad focal, tal vez se debería promover el lavado de manos en otros momentos más. Por ejemplo, para interrumpir la transmisión de la COVID-19, también se debería promover el lavado de manos en estos momentos:
Después de toser o estornudar.
Al entrar o salir de una casa u otro edificio.
Después del contacto físico con alguien que no vive dentro de nuestra casa.
Después de tocar superficies fuera del hogar propio (p. ej.: picaportes, barandillas, dinero, etc.).
Después de visitar espacios públicos, como transporte público, mercados y lugares de culto.
Antes, durante y después de cuidar de un enfermo.
También podría haber otros momentos que son oportunos en su contexto. Si no es posible lavarse las manos inmediatamente después de lo mencionado con anterioridad (p. ej., mientras se está en un espacio público), se debería tener cuidado de no tocarse el rostro. Las manos deben lavarse inmediatamente después de regresar a casa.
Fuente: Global Handwashing Partnership
¿Durante cuánto tiempo se deben lavar las manos?
Para ayudar a prevenir la propagación de enfermedades infecciosas como la COVID-19, las personas deberían centrarse en la duración y en la frecuencia del lavado de manos.
Frecuencia
En los estudios se demostró que, en una hora, las manos suelen estar tan contaminadas como estaban antes de lavarlas. Por esta razón, es importante que alentemos a las poblaciones a lavarse las manos con frecuencia, aunque la frecuencia recomendada puede variar según la vía de transmisión de la enfermedad de interés. Por ejemplo, en el caso de la COVID-19, sabemos que el SARS-CoV-2 se puede transmitir a través de las superficies y de las gotas respiratorias. Por lo tanto, es importante lavarse las manos con más frecuencia y en momentos diferentes a lo que normalmente se recomendaría para controlar las enfermedades diarreicas. Aquí encontrará información sobre en qué momentos deberíamos lavarnos las manos.
Duración
Las recomendaciones relativas a la duración del lavado de manos varían en función de si las orientaciones están dirigidas al público general o a los trabajadores de la salud. Como es lógico, es importante sobre todo que los trabajadores de la salud y los pacientes o quienes visitan los centros de salud se laven las manos más minuciosamente y con mayor frecuencia que la población general.
Sin embargo, las recomendaciones sobre la duración del lavado de manos también varían para los contextos domésticos o laborales. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el proceso de lavado de manos (desde mojarse hasta secarse las manos) dure entre 40 y 60 segundos. También sugiere que la limpieza de manos con alcohol en gel debería durar entre 20 y 30 segundos. Por su parte, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centres for Disease Control and Prevention, CDC) de EE. UU. recomiendan lavarse las manos durante 20 segundos como mínimo.
En la práctica, sabemos que la mayor parte de las personas se lavan las manos durante menos de 10 segundos. Estos hallazgos provienen de estudios realizados en entornos de ingresos altos donde se dispone fácilmente de jabón y agua de red (estudio 1, estudio 2, estudio 3), por lo que en zonas donde escasea el agua o en países de ingresos bajos y medios, es posible que la duración sea mucho menor.
En estudios sobre otros patógenos se indica que las manos están más limpias cuanto más tiempo se lavan. Sin embargo, el proceso llega a un punto en el que los beneficios disminuyen (un punto en el que se requiere mucho esfuerzo y se logra una eliminación adicional mínima de los patógenos). En la siguiente tabla, se muestra la reducción típica de patógenos frecuentes en función de las distintas duraciones del lavado de manos. Según las pruebas científicas, el lavado de manos durante 15-30 segundos es eficaz para eliminar gérmenes; por esta razón, en la mayoría de las directrices internacionales y nacionales, se recomienda lavarse las manos durante 20 segundos, con un tiempo adicional de 20 a 30 segundos para el secado.
Fuente: Bloomfield, et al. (2007)
Por lo general, es importante fomentar el lavado de manos frecuente para reducir la transmisión de patógenos. Recomendar períodos prolongados de lavado con jabón puede ser un hábito menos factible en zonas con escasez de agua o jabón, por lo que en la recomendación debe considerarse una duración que sea viable para el contexto particular. Esta recomendación, en conjunto con el lavado de manos frecuente, ayudarán a prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. En las comunicaciones sobre el lavado meticuloso de las manos, evite las explicaciones extremadamente complejas, dado que las personas pueden tener dificultades para asimilar y aplicar la información, como se demostró en este estudio en Bangladés.
A continuación, se presenta una guía de la OMS sobre lavado de manos en centros de salud. Aunque la guía está dirigida a los trabajadores de la salud, muestra las distintas técnicas de lavado de manos utilizadas para garantizar que toda la superficie de las manos quede bien lavada.
Fuente: OMS
¿Algunos tipos de jabón son más eficaces que otros?
El jabón antibacterial no es más eficaz en los entornos comunitarios y en condiciones normales de uso (es decir, cuando las manos no se lavan durante tanto tiempo y con tanta meticulosidad como en los experimentos de laboratorio). Se cree que este fenómeno se debe a la manera en que actúa el jabón a nivel microbiológico (consulte nuestro recurso sobre cómo funciona el lavado de manos con jabón) y a que las propiedades antimicrobianas demoran un tiempo en tener efecto, tras el cual la mayoría de los patógenos ya se eliminaron de las manos. Se recomienda el uso de jabón antibacterial en centros de salud, dado que es importante garantizar que los lavabos y los desagües no se conviertan en reservorios de patógenos en esos ámbitos.
Usar jabón más agradable podría hacer que el lavado de manos sea más atractivo y, por lo tanto, podría contribuir al desarrollo de buenos hábitos. En muchos ámbitos, se considera que el jabón líquido es más conveniente.
Fuente: London School of Hygiene and Tropical Medicine
¿El alcohol en gel es mejor que el jabón?
El lavado de manos con jabón es el método que más se suele recomendar para eliminar los patógenos de las manos. Esto se debe a que el jabón es eficaz para eliminar y destruir patógenos, además de ser barato y asequible. Asimismo, es suave para las manos, por lo que el uso repetido no causa irritación. El alcohol en gel es eficaz contra muchas bacterias y virus, como el SARS-CoV-2, pero es más difícil de conseguir y suele ser más costoso. Se recomienda que el alcohol en gel sea una solución secundaria, para cuando se dificulte el lavado de manos con jabón o este sea poco práctico (por ejemplo, cuando una persona está fuera de su casa).
El alcohol en gel debe tener una concentración de al menos 60 % de alcohol para ser eficaz (consulte esta información en el rótulo del envase). El alcohol en gel moderno rara vez irrita la piel, porque suele contener suavizante que evita la resequedad de la piel. Por eso, no se recomienda fomentar el uso de recetas hogareñas para la fabricación doméstica de alcohol en gel. Para leer más información sobre los riesgos percibidos en relación con los desinfectantes de manos, consulte este artículo de la OMS.
¿Deberíamos promover el lavado de manos con agua clorada?
No es necesario usar agua clorada para lavarse las manos durante la mayoría de los brotes epidémicos de enfermedades infecciosas, ya que el jabón y el agua son muy eficaces para destruir y eliminar los patógenos en las manos. El agua clorada efectivamente destruye los virus, pero también podría irritar la piel y los ojos. Por este motivo, durante la pandemia reciente de COVID-19, la OMS recomendó usar agua y jabón o alcohol en gel, ya que estos productos son más delicados con la piel. No obstante, si no se dispone de agua ni jabón, o el acceso a estos no es posible, se puede utilizar agua clorada como medida transitoria.
En algunos entornos, como en zonas donde hubo hace poco un brote epidémico de Ébola, es posible que haya un precedente a favor del lavado de manos con agua clorada para que no se propague la enfermedad. En esos entornos, quizás sea más aceptable promover el uso de agua clorada en instalaciones públicas de lavado de manos (pero solo si resulta dificultosa la promoción del lavado de manos con jabón). También se podría tener en cuenta el agua clorada en lugares donde hay suministro limitado de jabón. No se debería fomentar el uso de agua clorada como opción para el lavado de manos en las casas. El cloro puede ser una sustancia química peligrosa y, por eso, es importante almacenarlo y manipularlo con cuidado.
Si se prepara agua clorada para el lavado de manos, debería usarse una solución al 0,05 %. Para ello, siga las instrucciones de los CDC a continuación.
Fuente: CDC
Resumen de recomendaciones:
- El agua clorada para el lavado de manos (al 0,05 %) es eficaz contra muchos patógenos, incluido el SARS-CoV-2, pero no es necesario usarla.
- Debería fomentarse el lavado de manos con jabón o el uso de alcohol en gel.
¿El jabón en barra puede transmitir patógenos?
Al inicio de la reciente pandemia de COVID-19, había mucha preocupación sobre las superficies que contaminaba el virus, por lo que era razonable preguntarse si el jabón en barra también podía ser una fuente de infección posible. Es verdad que las bacterias y los virus pueden transferirse al jabón en barra durante el lavado de manos. En algunos estudios, se ha comprobado que la mayoría de las barras de jabón tienen, en promedio, entre 2 y 5 microorganismos en todo momento. Resulta interesante notar que, cuando se usa jabón en barra, los estudios han demostrado que no quedan rastros de estos patógenos en las manos después de lavarlas y que las manos quedan igual de limpias que si se hubiera usado una barra de jabón nueva. En este tipo de estudios, se afirma que compartir el jabón en barra no supone riesgo de contagio. Probablemente esto se deba a la manera en que actúa el jabón a nivel microscópico (consulte este recurso sobre cómo actúa el jabón).
¿Cómo se puede fomentar el lavado de manos cuando el jabón escasea?
Es raro que las personas no tengan nada de jabón. Más bien, sucede que el jabón que tienen se destina prioritariamente a otras tareas, como bañarse o lavar la ropa o los platos. En estos casos, intente implementar actividades que les recuerden a las personas el poder del jabón. También recuérdeles a las personas de la zona que, para lavarse las manos, sirve cualquier tipo de jabón (consulte la sección "¿Algunos tipos de jabón son más eficaces que otros?"), incluso el jabón económico que se suele usar para lavar la ropa. También puede sugerirles que preparen agua jabonosa (consulte la sección "¿Se puede usar agua jabonosa?"). Si trabaja en un área donde el jabón no es asequible para las personas o no se consigue, el uso de cenizas quizás sea mejor que lavarse las manos solo con agua (consulte la sección "¿Se pueden usar cenizas para lavarse las manos?").
Fotografía de una instalación de lavado de manos en Tanzania, donde se fabricó un dispensador de jabón para ropa con una botella. Fuente: Twitter
¿Se puede usar agua jabonosa para lavarse las manos?
Se ha demostrado que el agua jabonosa elimina de manera eficaz los patógenos de las manos y es una alternativa aceptable y asequible al jabón en barra o líquido. Se puede usar en viviendas donde es limitado el jabón y puede ser una solución particularmente práctica para fomentar el uso de jabón en instalaciones públicas de lavado de manos. Esto se debe a que, con frecuencia, a las personas les incomoda compartir un jabón en barra en ámbitos públicos, por lo que el agua líquida o jabonosa es más aceptable. Sin embargo, si se usa agua jabonosa en estos entornos, es posible que se deba designar a una persona que reponga el agua jabonosa con asiduidad.
Se puede preparar agua jabonosa diluyendo jabón para lavar ropa o jabón líquido. No obstante, se debe tener cuidado de no diluir demasiado el jabón, porque eso hará que sea menos eficaz. Si se opta por diluir jabón, la solución debe ser suficientemente jabonosa para generar una buena cantidad de espuma en segundos, dado que esto es importante para eliminar el jabón de las manos de manera eficaz (consulte este recurso sobre cómo funciona el lavado con jabón).
A continuación, se muestra un ejemplo gráfico de cómo preparar agua jabonosa a partir de jabón en polvo para ropa y cómo fabricar dispensadores.
Fuente: icddr,b
¿Cuáles son las alternativas al jabón? ¿Funcionan?
En algunos lugares donde escasea el jabón, no siempre se consigue o no se prioriza para el lavado de manos, lavarse frecuentemente las manos puede resultar difícil. En estos lugares, los profesionales suelen sentir curiosidad con respecto a la viabilidad de las alternativas al jabón.
Hay pocas investigaciones internacionales sobre la eficacia de las alternativas al jabón para combatir virus encapsulados. En una revisión de las publicaciones médicas de 2020, se observó que había muy pocas pruebas científicas que indicaban que las alternativas al jabón probablemente podían eliminar o inactivar de manera eficaz el SARS-CoV-2, es decir, el virus que causa la COVID-19.
Dada la falta de pruebas científicas sobre la mayoría de estas alternativas al jabón, no se deberían promover durante los brotes epidémicos de COVID-19 ni en general para reducir la transmisión de otras enfermedades respiratorias o diarreicas. Muchas de estas alternativas al jabón tienen efectos adversos, que se deben estudiar con más detalle para entender su impacto.
A continuación, resumimos los datos científicos sobre productos alternativos para el lavado de manos que pueden promoverse durante los brotes epidémicos de COVID-19:
Ceniza: la ceniza es la alternativa más utilizada al jabón y, si bien históricamente hubo pruebas escasas sobre su eficacia contra el SARS-CoV-2, en un estudio inédito que se realizó a fines de 2022 se presentan datos nuevos prometedores. El objetivo de este estudio fue "cuantificar la reducción de virus como consecuencia del lavado de manos con ceniza o arena en comparación con el lavado de manos con jabón y agua durante 20 segundos" y se demostró que, en condiciones de laboratorio, la ceniza y la arena con agua son igual de eficaces para eliminar un sustituto de SARS-CoV-2. Es probable que la ceniza funcione porque es abrasiva y genera una solución alcalina que puede inactivar los virus. La OMS y UNICEF recomiendan utilizar la ceniza como último recurso en situaciones en las que no haya jabón disponible. Para leer más información sobre la ceniza, consulte este recurso.
Agua clorada: el agua clorada efectivamente destruye los virus, pero es posible que también irrite la piel o los ojos. En la actualidad, la OMS recomienda el uso de soluciones de cloro solo temporalmente en entornos de emergencia, hasta conseguir agua y jabón o alcohol en gel. Se debería usar agua clorada en entornos sanitarios si fuera limitada la cantidad de jabón o alcohol en gel. El cloro sólido o en altas concentraciones debería almacenarse y manipularse con cuidado. Si se prepara agua clorada para el lavado de manos, debería usarse una solución al 0,05 %. Para leer más información sobre este tema, consulte este recurso.
A continuación, presentamos los datos científicos sobre productos alternativos para el lavado de manos que no deberían promoverse durante la pandemia de COVID-19 porque hay pocas o nulas pruebas científicas sobre su eficacia:
Arena o tierra: hay datos contradictorios sobre la eficacia de la arena, la tierra o el lodo como productos para limpiarse las manos. Se cree que el uso de arena, tierra o lodo elimina de las manos los microbios grandes mediante la fricción mecánica. En un estudio realizado en Bangladés, se descubrió que el uso de lodo para limpiarse las manos era más eficaz que lavarse las manos solo con agua. Además, en el estudio inédito mencionado en la sección anterior sobre la ceniza, se observó que, en condiciones de laboratorio, la arena es tan eficaz como el lavado de manos con jabón durante 20 segundos. Sin embargo, el uso de estas alternativas conlleva riesgos. Por ejemplo, es posible que la tierra tenga otros contaminantes, patógenos o parásitos (como los helmintos transmitidos por contacto con la tierra, que provocan infecciones parasitarias intestinales) que luego se podrían transferir a las manos e ingerirse. Usar tierra o lodo puede ser abrasivo para la piel y quizás no sea cómodo ni deseable.
Agua de mar: en algunos estudios, se ha indicado que, en teoría, el agua de mar puede desprender contaminantes de las superficies y las manos mediante la disolución o secado de grasas y aceites. Sin embargo, no se han hecho estudios sobre la eficacia de usar solo agua de mar para el lavado de manos. Es difícil usar agua de mar con jabón tradicional dado que la sal suele evitar que el jabón haga espuma. Al igual que la arena y la tierra, el agua de mar en sí suele estar contaminada con microorganismos patógenos y no patógenos de diversas fuentes, p. ej.: agroquímicos, heces de seres humanos y heces de animales. También es probable que el agua de mar deje un residuo en las manos, lo que hace que no queden limpias.
Solución salina: la solución salina no es fácil de conseguir fuera de entornos hospitalarios o de laboratorio, y se debería priorizar su uso en estos entornos. Hay pruebas científicas de que la solución salina puede ser tan eficaz como el jabón o incluso más eficaz que este para limpiar heridas y evitar que se vuelvan a infectar. Sin embargo, no hay estudios en los que se documenten la eficacia de la solución salina para la eliminación de patógenos de las manos o contra el SARS-CoV-2.
Vinagre: no hay estudios sobre el uso del vinagre para la limpieza de manos. El vinagre se ha utilizado como limpiador doméstico durante siglos. Sin embargo, se considera que es menos eficaz que la mayoría de los productos de limpieza comerciales y no se considera que sea un desinfectante contra los virus. Es improbable que sea eficaz para eliminar patógenos de las manos (incluido el SARS-CoV-2). Puesto que el vinagre es ácido, también puede irritar la piel.
Jugo de limón: en algunos países, se han publicado noticias sobre el uso de limón como alternativa al jabón. Los datos científicos que respaldan el uso de jugo de limón para el lavado de manos son limitados. Sin embargo, en algunos estudios se ha demostrado que quizás sea eficaz para destruir algunos patógenos. Es improbable que el jugo de limón sea eficaz contra el SARS-CoV-2, porque se observó que este patógeno es estable en niveles de acidez (niveles de pH) de 3 a 10. Dado que el pH del jugo de limón es de 2 a 3, es improbable que sea lo suficientemente ácido para romper la membrana externa del virus.
En las promociones de la higiene de manos, la OMS recomienda utilizar los siguientes productos y los enumera en este orden de eficacia: agua y jabón o alcohol en gel, ceniza si no hay jabón disponible y agua sola como último recurso. Lavarse las manos con agua clorada también podría ser una alternativa adecuada y eficaz en algunos contextos. Si trabaja en un entorno de bajos recursos, consulte este artículo sobre cómo se puede promover el lavado de manos cuando el jabón escasea.
Fuente: OMS Filipinas
¿Se puede usar cenizas para lavarse las manos?
En contextos de ingresos bajos y medios, la ceniza a menudo se promociona como una alternativa al lavado de manos con jabón. En las directrices de UNICEF y la OMS, se recomienda utilizar ceniza para limpiarse las manos cuando no hay jabón. La ceniza debe considerarse una opción secundaria, ya que si bien en un estudio inédito se indica una eficacia comparable de la ceniza o arena para eliminar el SARS-CoV-2 en condiciones de laboratorio, son mayoritarias las pruebas científicas en las que se sostiene que el jabón y el agua son especialmente eficaces para destruir y eliminar el SARS-CoV-2.
Si se recomienda a las familias el uso de cenizas, asegúrese de que utilicen las cenizas blancas del centro del fuego una vez que se hayan enfriado. Es probable que estas cenizas blancas sean más estériles dado que ardieron a la máxima temperatura posible. Es posible que las sustancias químicas en la ceniza dañen la piel, según los materiales que se quemaron en el fuego.
Cabe mencionar que lavarse las manos con cenizas no es una sensación muy agradable y no deja las manos con buena textura y aroma como lo hace el jabón; por lo tanto, promover el uso de cenizas podría, en realidad, desalentar a las personas a que practiquen el lavado de manos. Por el contrario, limpiarse las manos con cenizas podría ser la norma en algunos lugares y preferirse al lavado de manos con jabón. No obstante, recomendamos también recordarles a las personas que se puede usar cualquier tipo de jabón para lavarse las manos. Consulte la sección "¿Algunos tipos de jabón son más eficaces que otros?" para obtener más información.
Resumen de recomendaciones:
Hay pruebas limitadas sobre la eficacia de las cenizas para eliminar o destruir el SARS-CoV-2, con la excepción de un estudio reciente.
En general, las pruebas sobre la eficacia de la ceniza son escasas.
En ámbitos donde realmente escasea el jabón, recuérdeles a las personas que cualquier tipo de jabón sirve para lavarse las manos.
Cuando no haya otras opciones, debería fomentarse el lavado de manos con cenizas, ya que es probable que sea más eficaz que lavarse las manos solo con agua.
¿Cómo podemos fomentar el lavado de manos en áreas con escasez de agua?
Cuando escasea el agua, las personas suelen priorizarla para otras tareas que no sean lavarse las manos, como beber, bañarse y lavar la ropa y los platos. En esos entornos, las personas quizás solo se enjuaguen las manos con agua en lugar de usar jabón porque se percibe que el jabón aumenta la cantidad de agua necesaria. Una tarea clave respecto a los hábitos en zonas donde escasea el agua será volver a ubicar al lavado de manos con jabón por encima de otras tareas domésticas en este momento.
Es posible que el lavado de manos consuma mucha agua, pero estas se pueden lavar con una cantidad de agua relativamente pequeña. Primero deben mojarse las manos y después aplicar el jabón. Si se usa agua corriente del grifo, este debe cerrarse mientras uno se enjabona las manos. Enjuáguese las manos hasta que no haya ningún rastro visible de jabón. En algunos países, se reutiliza el agua del lavado de manos para regar plantas florales. También es posible diseñar actividades para mostrar a las personas que lavarse las manos con jabón consume menos agua de la que se podría esperar, si se compara el lavado de manos con otra tarea doméstica habitual, como preparar té o café.
También existen algunas tecnologías complementarias sencillas de lavado de manos que reducen el flujo de agua, lo que permite lavarse las manos con una cantidad mínima de agua. A continuación, se muestran algunos ejemplos, de izquierda a derecha: la SpaTap, el Handy Wash Tap de Oxfam y The Drop. Se ha demostrado que hasta un simple recipiente tipo balde con grifo usa menos agua que verterla de una jarra.
SpaTap. Fuente: Engineering for Change
Handy Wash Tap de Oxfam. Fuente: Oxfam
Drop. Fuente: AltaDeva
Si no, hay formas hogareñas simples de restringir el flujo de agua. Un ejemplo es usar un bidón y un clavo, como se muestra en las imágenes a continuación.
Fuente: London School of Hygiene and Tropical Medicine
Fuente: London School of Hygiene and Tropical Medicine
En 2021, Oxfam y Dunster House Ltd lanzaron su novedoso kit de lavado de manos para situaciones de emergencias, después de un ensayo realizado en poblaciones de refugiados en Uganda y Tanzania. La estación de lavado de manos (vea la imagen a continuación) es económica, transportable y adaptable, e incluye una bandeja de recolección y espejos.
Fuente: Elrha
Para lavarse las manos, ¿se puede usar aguas grises o agua que no esté limpia?
Sí, el agua para lavarse las manos no necesariamente tiene que estar tan limpia como el agua que bebemos. Hay estudios en los que se demostró que, si nos lavamos las manos con jabón y agua relativamente contaminada, las manos igual quedarán limpias. Este hecho muestra el grado de eficacia del jabón para eliminar patógenos de las manos (consulte nuestro recurso sobre cómo el lavado de manos con jabón elimina patógenos para obtener más información). Por eso, si el agua escasea en el lugar de trabajo, quizás pueda convencer a las personas de que conserven el agua que usan para lavar la ropa, por ejemplo, y la almacenen para lavarse las manos. Sin embargo, es importante notar que, en muchos lugares, reutilizar el agua de este modo no es aceptable desde el punto de vista cultural, sobre todo si el agua es jabonosa.
¿Cómo deberíamos secarnos las manos?
El secado de las manos tiene una función importante en la limpieza de las manos y la prevención de la recontaminación. En entornos de ingresos altos, se pueden utilizar toallas de papel o secamanos eléctricos para secar las manos eficazmente. Sin embargo, esta no es una solución disponible ni viable en muchos entornos de ingresos bajos e intermedios por lo que a menudo se recomienda agitar las manos hasta que se sequen. No obstante, puede ser problemático que las personas vuelvan directamente a las actividades cotidianas después de lavarse las manos porque las manos húmedas tienden a recoger más patógenos de las superficies que se tocan. La buena noticia es que, en un estudio llevado a cabo en Zimbabue, se descubrió que secar las manos con una toalla limpia o incluso con ropa sucia puede ser más eficaz para eliminar de las manos las bacterias restantes que secarlas simplemente al aire (agitándolas hasta que se sequen).
Nota del editor
Autores: Sian White, Ayesha Chugh
Revisado por: Katie Greenland, Ammar Fawzi, Aarin Palomares, Amy Pickering, Max Friedrich, Marlene Wolfe, Julia Rosenbaum,
Última actualización: 10.09.2020