¿Qué se sabe sobre los costos de los programas de higiene?
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Escrito por Ian Ross
Actualizado hace más de una semana

Componentes de los costos

Los costos de los programas de higiene de manos van más allá de los costos del agua y el jabón. Hay dos componentes principales a la hora de implementar las intervenciones:

  1. El costo de las actividades de promoción (frecuentemente llamado "costo de software"), como las visitas puerta a puerta, las reuniones comunitarias, la publicidad en radio/TV, los materiales de comunicación, los recursos humanos y los costos de administración asociados.

  2. El costo de los insumos y los equipos (frecuentemente llamado "costo de hardware"), como las instalaciones de lavado de manos, el jabón y los kits de higiene. Aquí hay dos ejemplos de kits de higiene ofrecidos por UNICEF y la Cruz Roja.

También hay costos que surgen luego durante la vida útil prevista de la estación de lavado de manos, entre ellos el reemplazo de los insumos, como el agua y el jabón, la reparación de las instalaciones y los repuestos, además de los recursos humanos para encargarse de la recarga de jabón, el suministro de agua y la limpieza (del tanque y de las superficies de contacto). Quizás también sea necesario mantener las actividades de promoción.

Determinantes de los costos

Los costos asociados a los programas de higiene están intrínsecamente vinculados al contexto, lo cual dificulta brindar cifras de referencia. El costo por persona de implementar programas probablemente varíe y tal vez dependa de al menos uno de los siguientes factores:

  • La naturaleza y la intensidad de las actividades de promoción.

  • La cantidad, la calidad y la durabilidad del hardware utilizado.

  • Las economías de escala (p. ej.: es posible que implementar un programa para 50.000 personas tenga un costo por persona inferior al de implementar un programa para 1000 personas si los costos fijos son altos).

  • Los factores de la economía local del país y el lugar (p. ej.: mercados, salarios del personal, factores macroeconómicos y la lejanía del lugar).

  • Si la promoción de la higiene está integrada a las intervenciones de agua y saneamiento y cómo se ha integrado, lo cual podría incrementar o reducir la eficiencia, según el contexto.

Formas de medir los costos

El cálculo de los costos será distinto dependiendo de si se miden como un costo financiero o económico o de si se miden desde el punto de vista del proveedor o desde el punto de vista social. A continuación, se muestran las dos formas de definir los costos:

Costos financieros: El valor de los recursos que se "pagan" directamente.

Costos económicos: Esta categoría incluye los costos financieros y todos los demás recursos que contribuyen con el programa, independientemente de los pagos (p. ej.: el valor de un terreno provisto gratuitamente o del tiempo y los equipos donados en especie).

Los dos puntos de vista principales son:

Punto de vista del proveedor: solo incluye los costos soportados por el proveedor de servicios (p. ej.: el organismo que implementa o paga por la intervención).

Punto de vista social: esta categoría incluye los costos del proveedor más los costos soportados por otros grupos de interés (p. ej.: compra de jabón hecha por las familias o el tiempo que estas le dedican a participar de las actividades de promoción).

En muchos estudios y recursos se informan los costos financieros del proveedor, que es lo que el proveedor de servicios pagaría en realidad para implementar una intervención de higiene. Sin embargo, es posible que el tamaño relativo de los costos adicionales incluidos en el punto de vista social influya importantemente en el éxito de una intervención. Por ejemplo: las intervenciones que son muy costosas para los usuarios tal vez tengan una tasa baja de adopción y cumplimiento.

Modelo del Banco Mundial para el cálculo de costos

El modelo del Banco Mundial para el cálculo de costos es una síntesis de datos sobre costos que abarca a 140 países. Los autores reseñaron bibliografía sobre los costos de las intervenciones y calcularon el costo de la "higiene básica", es decir la disponibilidad en el hogar de una estación de lavado de manos que tenga agua y jabón. El siguiente gráfico muestra la mediana obtenida a partir de los datos sin procesar del estudio, correspondientes a los costos iniciales de hardware, costos iniciales de software y los costos recurrentes posteriores, divididos en zonas urbanas y rurales. Teniendo en cuenta los costos financieros desde el punto de vista del proveedor y basándonos en este gráfico, construir una estación de lavado de manos subsidiada por completo (hardware) y promover la higiene (software) podría costarle a un proveedor entre USD 5-6 por persona (USD 25-30 para una familia de 5 personas). Estas cifras corresponden a precios de 2015. Los costos recurrentes representan el costo anual pagado por las familias para tener agua y jabón, lo cual no está incluido en el punto de vista del proveedor. Cabe notar que el costo de software es aproximadamente el doble que el costo de hardware. Todo esto muestra que no se deberían subestimar los recursos de software a corto y largo plazo necesarios para facilitar los hábitos de lavado de manos.

Fuente: Análisis del autor basado en datos obtenidos de Hutton y Varughese (2016)

Es necesario ser cautos cuando se interpretan dichos cálculos. En primer lugar, estas medianas son valores de distribución amplia. El rango intercuartílico (que representa el 50% central de los valores) fue USD 3-16 por persona en zonas urbanas y USD 3-8 en zonas rurales. En segundo lugar, si bien el estudio incluyó el costo del software, el tipo y la intensidad del enfoque programático habrá variado entre los estudios, lo cual no se aborda en la reseña. En tercer lugar, los cálculos se basan en una cantidad relativamente pequeña de estudios, y el proceso de extrapolación entre los países podría estar impulsando gran parte de la variación aparente. Por último, invertir en intervenciones de menor costo podría poner en peligro la eficacia. En este documento, se brindan consejos sobre cómo planificar los costos de las intervenciones de higiene. En el siguiente estudio de caso, se resume a grandes rasgos una intervención amplia a gran escala hecha en Burkina Faso que se centró en la promoción de la higiene en lugar del hardware y que posiblemente se haya beneficiado gracias a las economías de escala.

Estudio de caso: lavado de manos orientado a madres de Burkina Faso

En el estudio hecho en las zonas urbanas de Burkina Faso mencionado anteriormente, se hizo un cálculo riguroso de los costos de un programa de promoción de la higiene a gran escala implementado en las zonas urbanas de Burkina Faso, destinado a 37.000 madres de niños menores de tres años. La intervención, que se describe en detalle en otro artículo académico, incluyó:

  1. Visitas mensuales casa por casa realizadas por voluntarios de la comunidad.

  2. Debates participativos sobre higiene, además del programa estándar de charlas dictadas por trabajadores de la salud en centros médicos.

  3. Una obra semanal a cargo de un grupo de teatro en las calles de la ciudad.

  4. Un set de 12 transmisiones radiales cómicas con el desarrollo de una historia, en tres emisoras radiales locales.

  5. Capacitación de docentes sobre cómo dictar clases de higiene en escuelas primarias, junto con baldes y jabón para iniciarse en el hábito.

Se calculó que el costo de establecer el programa y mantenerlo en funcionamiento durante 3 años fue de USD 14 por madre desde punto de vista del proveedor y USD 22 desde el punto de vista social (estas cifras están ajustadas por inflación y reflejan el valor del dólar estadounidense en 2019). No es fácil evaluar esto como costo por persona o costo por familia porque, aunque las madres eran las destinatarias principales del programa, otros miembros de la familia y los docentes se habrían también beneficiado gracias a algunos aspectos de la intervención y dichos beneficios no se registraron con rigurosidad en el estudio.

Con respecto a los costos de los programas de higiene, se debe hacer hincapié en cuatro mensajes:

  1. Las organizaciones que planifican actividades de higiene relacionadas con la COVID-19 deberían calcular cuidadosamente los costos de sus intervenciones y documentar todos los supuestos sobre costos que pagarán los grupos de interés (en particular, los costos económicos soportados por las familias, a fin de garantizar que se pueda tomar en cuenta su tamaño relativo).

  2. Al usar datos sobre costos generados por terceros, es importante leer los documentos detenidamente para evaluar qué cosas podrían estar incluidas y excluidas (p. ej.: el punto de vista) y si los costos se informan por persona, por familia, por pueblo o por algún otro denominador. Estos detalles son muy relevantes para transferir de manera precisa los cálculos de costos a otros programas, a los efectos de planificar.

  3. Se debería alentar a las organizaciones que implementan programas de higiene a que calculen y compartan los cálculos de costos para comparar y contrastar los resultados, aprender entre sí y permitir que los demás usen los datos para planificar. Los gastos reales revisten particular importancia, los cuales pueden ser muy distintos de los costos planificados.

  4. Se debería tener precaución al transferir los cálculos de costos a distintos contextos, p. ej.: urbanos y rurales, o países con distintos niveles de desarrollo económico, porque estos dos aspectos se relacionan con la distribución y la densidad de población y con los costos de los recursos, p. ej.: el tiempo del personal.

¿Desea leer más sobre los aspectos económicos de los programas de higiene?

Notas sobre revisión académica

Redactado por: Ian Ross
Revisado por: Marc Jeuland, Guy Hutton, Robin Lloyd
Última actualización: 15/12/2020

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