¿Cuáles son los retos a la hora de fomentar el uso de la mascarilla y cómo pueden afrontarse?
Aunque sabemos que el uso de la mascarilla reduce las probabilidades de transmitir y contraer COVID-19, existen dificultades a la hora de promover el uso generalizado de las mismas. A continuación se enumeran algunos de los retos más comunes y cómo pueden afrontarse:
Llevar la mascarilla correctamente: Para que las mascarillas sean eficaces, deben llevarse correctamente. Consulte este recurso para obtener más información sobre cómo deben utilizarse, de forma segura, las mascarillas faciales de tela, las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de respiración N95. Es importante que los usuarios se cubran la nariz, la boca y la barbilla con la mascarilla y que se aseguren de que les queda ajustada y cómoda en la cara. Algunas de las formas más comunes de llevar una mascarilla de forma incorrecta son: no cubrir la nariz, llevarla al revés, o bajarla por debajo de la barbilla al mantener una conversación (para que se oiga mejor). Las mascarillas quirúrgicas y algunas mascarillas de tela tienen piezas nasales que, ajustándolas correctamente, otorgan un un mejor ajuste de la mascarilla. Para garantizar que las mascarillas se llevan correctamente, es esencial comunicar e informar de forma clara sobre los pasos a seguir para su uso correcto. Las fotos o los diagramas que muestran el uso correcto e incorrecto de las mascarillas pueden ser útiles para comunicar cómo deben llevarse. Otro error frecuente es compartir las mascarillas. Compartir las mascarillas aumenta el riesgo de entrar en contacto con las gotitas respiratorias de alguien infectado y puede anular el propósito de llevar una mascarilla. Para evitar que se compartan, asegúrese de que todo el mundo tenga acceso a varias mascarillas.
Imagen: Una serie de ilustraciones que muestran las formas correctas e incorrectas de llevar una mascarilla facial. Fuente: Facebook
Acceso: Al principio de la pandemia, había una escasez mundial de mascarillas quirúrgicas, lo que era muy preocupante, especialmente para los trabajadores sanitarios. En un principio, no se recomendaba el uso de mascarillas a fin de garantizar que hubiera suficientes equipos de protección personal disponibles para los trabajadores sanitarios. Finalmente las orientaciones se modificaron y actualizaron para recomendar el uso de mascarillas de tela en entornos públicos. A partir de enero de 2023, la OMS recomienda encarecidamente el uso de mascarillas en situaciones de alto riesgo y en entornos comunitarios.
Lavado: para que las mascarillas de tela sean eficaces, deben lavarse después de cada uso o cuando se ensucien o humedezcan... Para las poblaciones que usan mascarillas de tela, es útil que los individuos tengan al menos tres mascarillas para poder lavarlas con regularidad. En los entornos en los que se distribuyen kits de higiene, considere la posibilidad de incluir mascarillas con detergente para la ropa para fomentar su uso higiénico. Considere también la posibilidad de distribuir un tendedero para que la gente pueda colgar sus mascarillas para que se sequen.
Eliminación: Es importante que las mascarillas se eliminen correctamente para evitar la basura y los riesgos medioambientales. En entornos sanitarios, las mascarillas deben desecharse en el contenedor de residuos clínicos.
Molestias: Otro obstáculo para el uso constante de mascarillas es que algunas personas pueden experimentar dificultades para respirar o molestias con las cintas para las orejas. Existen muchos productos diseñados para hacer más cómodo el uso de la mascarilla, como extensores de mascarilla, ajustadores del cordón de la mascarilla, mascarillas que se atan detrás de la cabeza en lugar de utilizar presillas para las orejas, cintas para la cabeza que se sujetan a las mascarillas y spray antivaho para las gafas.
Entre los productos que pueden hacer más cómodo el uso de la mascarilla se encuentran los extensores de mascarilla, las mascarillas que se atan detrás de la cabeza en lugar de utilizar bucles para las orejas, los ajustadores del cordón de la mascarilla y las cintas para la cabeza que pueden fijarse a las mascarillas. Fuente: varios
El estado cambiante de las pruebas y las distintas políticas sobre mascarillas: A medida que avanzaba la pandemia, también lo hacían las orientaciones sobre el uso de mascarillas. Al principio, no se recomendaba el uso de mascarillas para el público general a fin de garantizar que los trabajadores sanitarios y las personas infectadas o expuestas al COVID-19 dispusieran de suficientes recursos y equipos de protección personal (EPP). A partir de enero de 2023, la OMS recomienda encarecidamente el uso de mascarillas en entornos comunitarios y en situaciones de alto riesgo. Muchos países ya han levantado los mandatos nacionales, ya que el número de casos se ha reducido junto con la aceptación y el éxito del programa de vacunación contra el COVID-19.
Desinformación: Muchos países se enfrentaron a problemas causados por rumores y desinformación en torno al COVID-19 y el uso de la mascarilla. Algunas formas de desinformación incluyen que las mascarillas privan al cuerpo de oxígeno y que pueden causar intoxicación por dióxido de carbono. Para combatir estos rumores, las plataformas en línea (por ejemplo, Facebook, Google, Twitter) priorizaron activamente la información de autoridades de confianza, como los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) y la OMS. Algunas plataformas, como YouTube, también moderan y eliminan contenidos que contradicen la información de la comunidad científica. También existen recursos en línea y redes de comprobación de hechos que desmienten la información errónea y ofrecen respuestas a preguntas comunes sobre el COVID-19. La OMS y las Naciones Unidas se asociaron con otras organizaciones para hacer frente a los retos referentes a la desinformación durante la pandemia, lo que incluía denunciar la información inexacta cuando se viera en línea. Este recurso incluye orientaciones para rastrear y abordar los rumores en torno al COVID-19.
Desconfianza en el gobierno o en las autoridades de salud pública: La forma en que los gobiernos proporcionaron información y apoyo durante la pandemia influyó en la forma en que la población respondió a las medidas de prevención recomendadas. El historial de acción o inacción de un gobierno en asuntos de importancia nacional también puede influir en la percepción de la población sobre la respuesta del gobierno a la pandemia. Hay múltiples estudios que demuestran que las poblaciones que confían en su gobierno son más propensas a practicar los comportamientos preventivos recomendados durante los brotes de enfermedades(Estudio 1, Estudio 2, Estudio 3). Sin embargo, la desconfianza en el gobierno y en las instituciones de salud pública puede socavar las respuestas ante una pandemia. Por ejemplo, entre algunas poblaciones de Nigeria, se percibía que el gobierno tenía un pobre historial de prestación de servicios e información de forma fiable, lo que a su vez afectaba a la forma en que los nigerianos seguían las medidas de bloqueo del gobierno. La desconfianza en muchos gobiernos también aumentó desde el inicio de la pandemia, en parte debido a la lentitud inicial de las respuestas, la incoherencia de los mensajes y la falta de liderazgo. La gente también tardó en adoptar las recomendaciones sobre mascarillas faciales cuando vieron que los líderes gubernamentales hacían caso omiso de esas mismas recomendaciones, como ocurrió en Camerún, donde se vio al presidente sin llevar mascarilla a pesar de que su uso era obligatorio. También preocupa la influencia de la política en las instituciones de salud pública, que se supone que deben dar prioridad a la salud de la población a la hora de hacer recomendaciones. Para hacer frente a estos retos, es importante tener en cuenta la percepción de los organismos que dictan las políticas sobre coronavirus, incluidos los mandatos sobre el uso de mascarillas. El público debe tener confianza en que las recomendaciones y los mandatos se basan en pruebas y no en la política, para garantizar que se confía en las orientaciones y se siguen.
Preocupación por las libertades personales: Otro obstáculo que puede impedir el uso generalizado de mascarillas es que las personas creen tener el derecho a elegir si quieren llevarlas o no. Algunos de los que se oponen al uso de mascarillas se autodenominan "antimascarillas" y han protestado contra las directrices sobre mascarillas. El tema de las mascarillas y de si atentan contra la libertad personal se ha convertido en una cuestión cada vez más política, sobre todo en Estados Unidos. Aunque puede resultar difícil convencer a la gente del uso de la mascarilla, es útil hacer hincapié en que, al llevarlas, protegen a quienes les rodean, especialmente a las poblaciones que pueden ser más vulnerables. Se puede añadir un elemento personal al comunicar la importancia del uso de la mascarilla destacando el riesgo que los miembros de su comunidad corren de contraer el coronavirus. Este tipo de mensaje se basa en promover que las personas actúen por empatía más que por interés personal. Un estudio sobre la motivación del uso de mascarillas demostró que las personas que las usan porque les preocupa la seguridad de su comunidad son vistas como personas competentes y de carácter fuerte. Algunas personas se niegan a llevar mascarillas por que ven su libertad de elección mermada. Es interesante intentar paliar este sentimiento permitiendo tomar decisiones en otros aspectos. Un ejemplo sería proporcionar diferentes tipos y modelos de mascarillas adecuadas para que el público pueda elegir. En entornos en los que las personas pueden no estar motivadas para llevar mascarillas en beneficio de los demás, puede merecer la pena destacar la evidencia de que las mascarillas pueden proteger a sus usuarios de la inhalación de gotitas respiratorias de individuos infectados. Las motivaciones sociales y personales de la población deben evaluarse a través de la investigación formativa y luego enfatizarse adecuadamente para tener el mayor efecto sobre el comportamiento de uso de mascarillas.
Promover el uso de mascarillas entre los niños: Aunque los niños pueden contraer y transmitir COVID-19, las probabilidades de que enfermen gravemente son menores que las de los adultos. Por ello, la OMS aconseja que los niños mayores de 5 años lleven mascarillas o sigan las orientaciones específicas de su región. Para que los niños lleven correctamente las mascarillas, es importante que sean del tamaño adecuado (por ejemplo, más pequeñas que las de los adultos) y que les cubran la nariz, la boca y la barbilla sin espacios. En algunos entornos, puede haber directrices que obliguen a los niños a llevar mascarillas en las escuelas. Estas herramientas ofrecen consejos para que los niños se sientan más cómodos con el uso de mascarillas, por ejemplo, haciendo que las mascarillas sean más atractivas y cómodas e incorporando el juego a la práctica del uso de mascarillas. Para animar a los niños a llevar mascarilla puede ser necesario que los familiares y los profesores respondan a sus preguntas sobre el coronavirus, escuchen sus preocupaciones y les expliquen por qué es importante llevar mascarilla. Cuando los niños ven que otros niños y adultos llevan mascarillas, se puede normalizar el su uso. El uso de mascarillas también puede resultar más atractivo para los niños si ven que sus personajes de dibujos animados favoritos también las llevan.
¿Cómo pueden aplicarse los principios de cambio conductual al uso de mascarillas?
Puede que no sea posible cambiar el comportamiento de las personas simplemente diciéndoles que lleven una mascarilla o explicándoles por qué es importante llevarla. En estos casos, puede ser útil basarse en los principios del cambio conductual. Los principios de cambio de conducta pueden aplicarse junto con otras medidas para aumentar el uso de las mascarillas, incluida la legislación al respecto. Los siguientes principios generales de cambio conductual pueden reforzar la promoción y la comunicación referente al uso de las mascarillas, pero deben adaptarse al contexto local.
Dirigirse a comportamientos, públicos y entornos específicos: Siempre que se comuniquen orientaciones sobre conductas de salud, es importante considerar exactamente cuál es la conducta objetivo, quién debe practicarla, cómo debe practicarse y cuándo debe practicarse. A la hora de tomar estas decisiones, puede ser útil consultar este recurso sobre el diseño de programas eficaces para el cambio de conductas. Las recomendaciones deben ser lo más específicas posible para fomentar el cumplimiento adecuado y el uso de la mascarilla. Algunas personas con problemas de salud pueden estar exentas de llevar mascarilla y puede ser útil asegurarse de que los demás miembros de la comunidad son conscientes de ello. Al diseñar programas para promover el uso de mascarillas, asegúrese de utilizar marcos de cambio de conducta e investigación formativa para comprender mejor el comportamiento dentro de un contexto particular. También puede ser útil centrarse en otros comportamientos relacionados con las mascarillas, como lavarse las manos, lavar o desechar una mascarilla facial en el momento adecuado, comprar y llevar una mascarilla limpia, o acordarse de llevar una mascarilla facial al salir de casa.
Comunicar cómo las mascarillas pueden limitar la transmisión: Aunque algunas mascarillas pueden ofrecer al usuario cierto grado de protección contra la exposición personal al coronavirus, la función principal del uso de una mascarilla facial es disminuir la probabilidad de que una persona infectada transmita el virus a otras (sobre todo si la persona es asintomática). Por ello, es importante subrayar que, al llevar una mascarilla, se está actuando por consideración a los demás. El hecho de llevar una mascarilla puede demostrar que te preocupas por la salud de las personas que te rodean. Esta simulación ofrece una buena explicación visual de cómo las mascarillas pueden proteger a las personas y limitar la transmisión del coronavirus. Estos vídeos ayudan a visualizar cómo se transmite un virus cuando respiramos, hablamos, tosemos o estornudamos y muestra el efecto que pueden tener las mascarillas para reducirlo (Ejemplo 1, Ejemplo 2). También es importante destacar que las mascarillas sólo son eficaces si se utilizan correctamente. Este vídeo puede ayudar a explicarlo.
Fuente: Duke Health
Inspirar a la gente para que actúe por el bien de los demás, no sólo por el suyo propio: Para que las mascarillas faciales sean eficaces a la hora de limitar la transmisión del coronavirus, es necesario que las personas las lleven en público en el momento adecuado. De forma similar al distanciamiento físico, seguir las recomendaciones de salud pública y llevar una mascarilla facial protege a los demás, especialmente a aquellos que son clínicamente más vulnerables al COVID-19. Centrándose en la empatía y actuando de forma altruista, puede ser posible cambiar los comportamientos y aumentar el uso adecuado de las mascarillas faciales. Por ejemplo, en un estudio se observó que los mensajes prosociales, es decir, la comunicación que ponía de relieve cómo los miembros de la comunidad corrían el riesgo de enfermar y que los esfuerzos individuales podían mantener a salvo a los demás, eran eficaces a la hora de promover comportamientos preventivos de la COVID-19 (es decir, lavarse las manos, practicar el distanciamiento físico).
Estos anuncios de servicio público de Estados Unidos animan a la gente a #maskup (ponerse la mascarilla) para demostrar a los demás que te preocupas por ellos, al tiempo que ofrecen la oportunidad de expresarse llevando una mascarilla con imágenes, logotipos o frases. Producto de un concurso publicitario en Nueva York, el vídeo (abajo) subraya que todo el mundo tiene que poner de su parte y colaborar para protegerse a sí mismo y a todos los que le rodean, y esto puede hacerse llevando mascarilla.
Por último, el siguiente vídeo procede de Nepal. En él se subraya que, aunque no es fácil llevar mascarilla y adoptar otros comportamientos de prevención del COVID-19, hay que hacer concesiones sociales a corto plazo para garantizar que podamos estar juntos a largo plazo.
Crear normas sociales en torno al uso de las mascarillas: Otra estrategia para aumentar el uso adecuado de mascarillas es desarrollar las normas sociales en torno a este comportamiento. Dado que llevar mascarilla en público es un comportamiento muy visible y beneficia a los demás, las influencias y normas sociales pueden desempeñar un papel en la práctica del comportamiento. Cuando las normas sociales son fuertes, puede haber presión sobre los demás para que se comporten de la misma manera para encajar. La investigación formativa puede ser útil para comprender cómo se percibe el hecho de cubrirse la cara en su contexto, y los resultados pueden utilizarse para crear mensajes basados en normas. Hacer que miembros importantes de la sociedad, especialmente los que ocupan puestos de liderazgo, lleven mascarilla en público también puede ayudar a establecer normas sobre su uso. Los medios de comunicación también desempeñan un papel importante en la creación de normas sociales en torno al uso de mascarillas, ya que la gente puede ver a otros practicando este comportamiento aunque no puedan verlo en persona debido al aislamiento físico. Este vídeo ilustra muy bien que muchas personas tienen diferentes razones para llevar mascarilla y prevenir la propagación del coronavirus, ya sea por un abuelo o por su propia salud. Durante la pandemia, la Pandemic Action Network lanzó la campaña #MaskingForAFriend, que animaba a la gente a compartir en redes quién llevaba mascarilla, y también utilizó a gente con fama para normalizar el uso de la mascarilla. Varias universidades también crearon campañas basadas en las normas sociales para promover los comportamientos del uso de la mascarilla mostrando que la mayoría de los estudiantes apoyan y practican ellos mismos esos comportamientos. En el noroeste de Siria, la Asociación de Expertos en Socorro organizó un concurso para que la gente realizara vídeos cortos sobre el uso de la mascarilla en los que se explicaba cómo este comportamiento podía encajar con la norma local de hacer el bien a los demás. Esta herramienta de exploración de las normas sociales y este recurso del Centro de Higiene también pueden ser útiles para comprender mejor las normas en su entorno y cómo desarrollar programas de uso de mascarillas centrados en estas normas.
Una pancarta expuesta en Battery Park City, Nueva York, forma parte de una campaña más amplia para animar a la comunidad a llevar mascarillas. Fuente: Autoridad de Battery Park City
Fotos de la campaña #MaskingForAFriend de la Red de Acción contra la Pandemia.
Fuente: Red de Acción Pandémica
Ejemplos de mensajes basados en normas para fomentar comportamientos de uso de mascarillas.
Fomente el comportamiento mediante recordatorios: Los recordatorios pueden incitar a las personas a llevar mascarilla. Guardar una mascarilla junto con otros objetos que se cogen habitualmente al salir de casa (por ejemplo, las llaves, la cartera) puede ayudar a recordar a las personas que lleven la mascarilla consigo. Un estudio realizado en Bangladesh reveló que el hecho de que las personas que se mueven por las comunidades recuerden activamente a la gente que lleve mascarilla puede aumentar el uso de la mascarilla en un 30% aproximadamente.
WSUP en Ghana se centró en presentar las mascarillas como un artículo estándar que se lleva consigo al salir de casa. Fuente: WSUP
Durante la pandemia, muchos comercios y espacios cerrados colocaron carteles como señalización tanto en el exterior (para recordar a los clientes que se pusieran una mascarilla antes de entrar) como en el interior (para recordar a los clientes que no se quitaran la mascarilla para taparse la nariz y la boca).
Carteles colocados en el exterior de los comercios para recordar a los clientes los requisitos de mascarilla facial.
Fuente: Whole Foods
Los murales pintados por grafiteros en Senegal mostraban a personas que practicaban comportamientos preventivos como el uso de mascarillas y resultaron útiles para transmitir mensajes sanitarios en zonas con un bajo nivel de alfabetización.
Un mural pintado en Senegal dice a la gente que "lleve una mascarilla protectora". Fuente: VOA Noticias
Durante la pandemia, Twitter publicó anuncios en exteriores con tuits de usuarios que utilizaban el humor como forma de animar al público a llevar mascarillas.
Fuente: Adweek
En Trabzon (Turquía), se instalaron cámaras en paradas de autobús muy concurridas para mostrar a los pasajeros imágenes de vídeo de ellos mismos con la cara cubierta por la imagen de un virus si no llevaban mascarilla, recordándoles que debían ponérsela. Si la cámara detectaba que llevaban mascarilla, mostraba un mensaje de agradecimiento.
También puede ser útil considerar cómo poner las mascarillas desechables a disposición de las personas que no las tienen pero las necesitan cuando están en público y cómo el hecho de ponerlas a disposición puede servir también de recordatorio para llevar una mascarilla facial. Por ejemplo, durante la pandemia, las máquinas expendedoras de mascarillas, a menudo en centros de tránsito como estaciones de autobuses y metros, se hicieron populares en algunos entornos.
Máquinas expendedoras de mascarillas permiten comprarlas en una estación de tren de Bangkok (Tailandia). Fuente: EFE
Utilizar voces de confianza para modelar el comportamiento: Los líderes y las personas influyentes, especialmente a nivel comunitario, pueden ser clave para animar a la población a practicar comportamientos relacionados con el uso de mascarillas. También pueden ser útiles para establecer normas sociales sobre el uso de mascarillas. En Kerala (India), en una campaña para concienciar a la población sobre la importancia de las mascarillas, se imprimió una revista en la que aparecían varias personas destacadas del estado, todas ellas con mascarillas. Si desea más información sobre este tema, consulte nuestra nota informativa sobre medios de comunicación digitales y de masas.
La portada de un periódico de Kerala, India, muestra a personas destacadas del estado llevando mascarilla. Fuente: Asociación Mundial de Editores de Noticias
Una campaña en los medios de comunicación llamada You Will See Me (Me verás), dirigida a las comunidades desproporcionadamente afectadas por el COVID-19, contenía mensajes que inspiraban a otros a llevar mascarillas. Los líderes religiosos también pueden servir de modelo para el uso de mascarillas e influir en las comunidades religiosas.
El Papa y un imán dirigen la oración con el rostro cubierto.
Fuente: Reuters y Houston Public Media
Hacer que llevar mascarilla sea atractivo y deseable: Las mascarillas de tela pueden hacerse en casa y personalizarse para reflejar la identidad de su portador. Una estrategia para promover el uso de mascarillas es comunicar cómo pueden llevarse como medio de expresión personal. Las mascarillas de colores, con estampados de animales o caras, o con el nombre estampado pueden hacer que su uso sea más aceptable entre los niños. Durante la pandemia, muchas tiendas minoristas empezaron a almacenar y comercializar mascarillas de tela como accesorios de moda para sus clientes. De este modo, la gente podía combinar sus mascarillas con sus atuendos o pañuelos para la cabeza. Las mascarillas faciales con diseños aptos para diferentes festividades también pueden hacer que las mascarillas sean más atractivas y deseables. La gente también mostraba su apoyo a sus equipos deportivos, escuelas o marcas favoritas llevando mascarillas de tela con logotipos, mascotas e imágenes. Las mascarillas de tela también se utilizaban como plataforma para concienciar sobre temas sociales. Por ejemplo, en Tailandia se diseñaron y vendieron mascarillas faciales de tela para concienciar y recaudar fondos para la cirugía correctiva del paladar hendido.
Algunos ejemplos de cómo las mascarillas de tela pueden resultar atractivas y deseables para quienes las llevan: mascarillas infantiles con estampados de animales, mascarillas a juego con trajes, mascarillas a juego con pañuelos en la cabeza y utilizando tejidos tradicionales, y mascarillas con logotipos deportivos.
Notas del editor:
Escrito por: Anika Jain
Revisado por: Peter J. Winch, Ben Tidwell, Penninah Mathenge, Jacqueline Knee
Última actualización: 01.06.2023