Rastreo de contactos
La Organización Mundial de la Salud ha destacado que el rastreo de contactos es una actividad fundamental para reducir la transmisión de la COVID-19 en las comunidades indígenas. El rastreo de contactos es el proceso de identificación y evaluación de las personas que han estado en contacto con casos conocidos y confirmados de COVID-19. El rastreo de brotes de enfermedades contagiosas puede ser difícil en circunstancias particulares, como en comunidades remotas y en asentamientos informales, debido a que hay contactos sin domicilio, lugares con calles sin nombre, nombres de contacto incorrectos o pseudónimos. El rastreo de contactos para la COVID-19 en paralelo con otros brotes de enfermedades contagiosas también puede hacer que esta actividad sea más complicada. Las lecciones aprendidas con el brote de ébola en la República Democrática del Congo muestran que, incluso en zonas difíciles, es posible rastrear los contactos. El rastreo de contactos para la COVID-19 también se ha hecho con éxito en comunidades indígenas en países como Brasil, Australia y los Estados Unidos. Los factores que quizás puedan facilitar el rastreo exitoso de los contactos en comunidades indígenas son, entre otros: el reclutamiento de rastreadores indígenas y el uso de tecnología para actualizar los resultados en tiempo real. Para reducir aún más la estigmatización y la resistencia de la comunidad, se pueden usar aplicaciones para teléfonos celulares con el objetivo de ayudar a los rastreadores locales en su labor, y los datos recolectados se pueden usar para mejorar la elaboración de informes y la vigilancia de brotes en tiempo real.
Ya sea que los rastreadores usen aplicaciones móviles o formularios en papel para recolectar los datos, en la mayoría de los casos es necesario que los equipos caminen puerta a puerta para identificar y aislar a los casos sospechosos/confirmados y sus contactos a fin de interrumpir la transmisión del coronavirus. La Organización Mundial de la Salud tiene una guía general sobre cómo llevar a cabo el rastreo de contactos. La Oficina Regional de la OMS para África también tiene a disposición consejos específicos.
Aislamiento colectivo en comunidades indígenas
En algunos entornos, se ha implementado el aislamiento colectivo de las comunidades para proteger a las personas indígenas de la COVID-19. En algunos casos, las comunidades indígenas, como los awajún y wampis de Perú, han implementado prácticas tradicionales de aislamiento y confinamiento, y es importante apoyar y respetar estas medidas. En otras zonas, la colaboración con los gobiernos y las organizaciones locales ha ayudado a implementar el aislamiento. En los casos en que "extranjeros" tuvieran que ingresar en la comunidad, el ingreso debería estar acordado y aceptado por la comunidad, y solo el personal debidamente capacitado debería trabajar en la comunidad durante la pandemia.
En el Amazonia boliviano, el gobierno local, los líderes indígenas y los profesionales de la salud implementaron un plan de prevención y contención de la COVID-19 que incluyó el rastreo de contactos y el aislamiento de la comunidad. Aquí hay disponible un estudio de caso y un protocolo de la respuesta implementada.
El aislamiento colectivo a causa de la COVID-19 es distinto en los pueblos indígenas que viven en aislamiento voluntario (sin contacto sostenido con las comunidades locales o mundiales). Es probable que los grupos indígenas en aislamiento voluntario que siempre han elegido estar aislados tengan menor inmunidad contra enfermedades contagiosas comunes y, por lo tanto, es fundamental que las comunidades vecinas permitan que estos grupos sigan aislados y seguros durante la pandemia. Una amenaza en particular son los mineros y los leñadores ilegales que ingresan en tierras indígenas.
Menos viajes a las comunidades indígenas
Se han implementado ampliamente medidas para minimizar o restringir la circulación de personas no indígenas que entran, salen o transitan por los pueblos y las tierras de grupos indígenas, a fin de prevenir el ingreso de la COVID-19 en estas comunidades, p. ej.: en Ecuador y Australia. Es posible que dichas restricciones estén encabezadas por la comunidad en sí y tengan el apoyo de las organizaciones intervinientes en la respuesta y los gobiernos.
Sin embargo, reducir los viajes e implementar el aislamiento de las comunidades quizás no sea posible en todas las situaciones. Por ejemplo: en Kenia, los indígenas masáis no pueden cerrar las fronteras de sus territorios dado que ello produciría inseguridad alimentaria en la población. En estos casos, se recomienda trabajar con las comunidades y apoyar sus decisiones con respecto a qué medidas se pueden tomar y quién las implementará.
Aquí hay recomendaciones para promover y apoyar las prácticas de higiene, garantizar el acceso a agua asequible, reducir el riesgo de transmisión en lugares públicos (mediante el uso de mascarillas y el distanciamiento físico), reducir las reuniones sociales mientras se fomenta el uso de sistemas de apoyo comunitario, entre otras consideraciones para responder a la COVID-19 en zonas rurales.
¿Desea leer más información sobre cómo vincularse con los grupos indígenas durante la respuesta a la COVID-19?
Notas sobre revisión académica
Redactado por: Astrid Hasund Thorseth
Revisado por: Delmo Roncarati Vilela, Bethany Caruso, Susannah Mayhew, Sian White
Última actualización: 28/10/20