¿Qué podría hacer que la población rural sea particularmente vulnerable a la COVID-19?
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Escrito por Katrina Charles
Actualizado hace más de una semana

A continuación, destacamos algunos factores que podrían afectar el manejo de la COVID-19 en zonas rurales:

Acceso reducido a la atención médica: Es posible que las personas que viven en zonas rurales tengan que viajar más para acceder a la atención médica y es menos probable que tengan acceso a hospitales para enfermedades agudas o personal médico especializado. La falta de acceso a la atención médica podría hacer que quienes se enferman a causa de la COVID-19 reciban atención en su casa. También es más probable que en los centros sanitarios de las zonas rurales no haya suficientes equipos de protección personal (EPP) ni agua (se calcula que 1 de cada 4 centros sanitarios carece de servicios básicos de agua), lo cual dificultaría que los trabajadores de salud puedan lavarse frecuentemente las manos de manera correcta según lo recomendado para prevenir y controlar eficazmente las infecciones y frenar la propagación del virus. En entornos sanitarios donde escasea el agua, es posible que aumentar la demanda de agua haga que se reutilice el agua, lo cual puede incrementar la transmisión cruzada de la COVID-19 y otras infecciones hospitalarias.

Acceso a las pruebas de detección de la COVID-19: El acceso limitado a la atención médica puede agravar el acceso limitado a las pruebas de detección de la COVID-19. En países de ingresos altos, las zonas rurales han tenido problemas para expandir la realización de pruebas de detección de la COVID-19 en la escala y la rapidez necesarias, lo cual podría ser más pronunciado en países de ingresos bajos e intermedios donde las zonas rurales ya tienen acceso limitado a los servicios de salud y donde es más difícil llegar a las regiones remotas. Esto podría implicar que no se detecten los primeros casos en las zonas rurales, lo cual a su vez haría que siga transmitiéndose la enfermedad y se subestime el peso total de la COVID-19 en las zonas rurales. Es posible que esta situación haga que detectar y manejar los casos de COVID-19 en zonas rurales sea más dificultoso. En muchos países, se han realizado esfuerzos por mejorar la capacidad de realización de pruebas de detección y el tiempo de procesamiento mediante, por ejemplo, la descentralización de la realización de pruebas y la realización de pruebas en grupos (pool testing) de múltiples muestras.

Población más anciana: Hay muchos factores que pueden incrementar el riesgo de que haya consecuencias graves para la salud por contraer la COVID-19 (dichas consecuencias se abordan en otra sección). Una diferencia entre las zonas urbanas y rurales se relaciona con la demografía, dado que las zonas rurales suelen tener una mayor proporción de personas ancianas que las zonas urbanas. Esto es así porque los jóvenes con frecuencia se mudan a las zonas urbanas en busca de educación y trabajo. Sabemos que es más probable que la COVID-19 tenga consecuencias graves para la salud en las personas mayores, dado que es probable que muchas de ellas tengan comorbilidades. Por eso, es posible que proporcionalmente las zonas rurales fuercen mucho más su sistema de salud y tengan una tasa de mortalidad más alta. Sin embargo, los países de ingresos bajos e intermedios típicamente tienen una población más joven en general, lo cual podría generar menor mortalidad por COVID-19 que en los países de ingresos altos.

Formas de socialización y comunicación: En las zonas rurales, las reuniones de muchas personas, p. ej.: eventos religiosos, funerales, celebraciones, días de mercado o reuniones en el trabajo o la escuela, continúan siendo una parte fundamental de la vida comunitaria y es posible que sean más comunes que otras formas de socialización y comunicación (p. ej.: el uso de teléfonos celulares para comunicarse). Esto quizás facilite la transmisión de la enfermedad de modo diferente a los patrones de transmisión en zonas urbanas. En muchos países, los gobiernos han restringido las reuniones, pero hacer cumplir estas restricciones podría ser más difícil en las zonas rurales.

Vulnerabilidad a los efectos secundarios: La población rural es particularmente vulnerable a los efectos secundarios de la COVID-19 porque hay inequidades entre las regiones urbanas y rurales. Por ejemplo, las personas de zonas rurales comúnmente tienen menos dinero que las personas de las zonas urbanas y las personas de zonas rurales tienen mayor probabilidad de ser trabajadores informales o trabajadores agrícolas temporarios. La combinación de estos factores implica que las familias de las zonas rurales quizás sean particularmente vulnerables al impacto económico de la COVID-19. Por ejemplo: es posible que las familias sufran inseguridad alimentaria debido a la pérdida de ingresos o a la reducción de las remesas provenientes de familiares que viven en otras regiones. Las zonas rurales tal vez sean más vulnerables a la escasez de alimentos debido a las restricciones para viajar y al impacto de la COVID-19 en las cadenas de suministro. También es posible que las zonas rurales sufran escasez en el suministro de otros elementos fundamentales, como jabón, alcohol en gel, mascarillas, cloro y guantes.

¿Desearía leer más información sobre la respuesta a la COVID-19 en zonas rurales?

Notas sobre revision académica
Redactado por: Katrina Charles, Li Ann Ong y Robert Hope
Revisado por: Balwant Godara, Peter Winch, Kondwani Chidzwizisano, Boluwatito Awe
Última actualización: 04/08/2020

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