Todas las colecciones
Diseño de programas inclusivos para la COVID-19
Preguntas frecuentes: Personas con discapacidad
¿Las personas con discapacidad y las personas adultas mayores corren más riesgo durante la pandemia de COVID-19?
¿Las personas con discapacidad y las personas adultas mayores corren más riesgo durante la pandemia de COVID-19?
Jane Wilbur avatar
Escrito por Jane Wilbur
Actualizado hace más de una semana

Las personas con discapacidad, las personas adultas mayores en general y las personas adultas mayores con discapacidad podrían tener más probabilidad de contraer COVID-19 y, si contrajeran la enfermedad, es quizás más probable que presenten un cuadro grave, lo cual puede llevar a su internación, terapia intensiva, ventilación o muerte. El riesgo de padecer enfermedades graves aumenta con la edad y también con las enfermedades preexistentes. Además de estas consecuencias directas de la COVID-19, estos grupos de personas pueden también tener más probabilidad de sufrir efectos secundarios más graves.

A continuación, describimos más en detalle los motivos por los cuales eso es así.

Consecuencias directas de la COVID-19 para las personas con discapacidad, las personas adultas mayores en general y las personas adultas mayores con discapacidad

Fuente: Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades en la BBC

  • Mayor exposición debido a la capacidad reducida de mantener la distancia física: Es posible que las personas con discapacidad y las personas adultas mayores dependan de cuidadores que las ayuden a hacer tareas cotidianas, por lo que cumplir con las medidas de distanciamiento físico y aislamiento puede ser particularmente difícil o imposible. Los cuidadores que entran y salen de las casas también pueden poner en riesgo a las personas con discapacidad, las personas adultas mayores y a sus familias debido a que tienen más riesgo de exposición al virus. Sin embargo, los cuidadores tienen un papel fundamental porque permiten que las personas con discapacidad y las personas adultas mayores se desenvuelvan en su vida cotidiana. Asimismo, los datos obtenidos en Irak, India, Etiopía y Tanzania muestran que un 95% de las personas adultas mayores viven solas durante la COVID-19. A las personas adultas mayores se les indica que se aíslen por períodos largos para cuidar los sistemas de salud saturados, pero el aislamiento social puede generar mayor riesgo de enfermedades mentales, como ansiedad y depresión.

  • Mayor exposición debido a la inaccesibilidad de la infraestructura existente: Es posible que las personas con discapacidad, las personas adultas mayores en general y las personas adultas mayores con discapacidad no puedan evitar entrar en contacto con superficies que tocaron otras personas, lo cual hace que corran más riesgo de exposición al virus. Por ejemplo: las personas con discapacidad, las personas adultas mayores en general y las personas adultas mayores con discapacidad tienen más probabilidad de tener acceso limitado a las instalaciones y servicios seguros de agua, saneamiento e higiene (WASH). Incluso en las familias que tienen instalaciones de WASH disponibles, los miembros con discapacidad quizás no las puedan usar de modo aceptable o higiénico.

  • Miedo, confusión y ansiedad: Las personas con trastornos del espectro autista o que padecen demencia o enfermedad de Alzheimer pueden sufrir un grado mayor de miedo, confusión y ansiedad si se les altera su rutina. Las personas que tienen algún trastorno mental y han desarrollado formas de convivir con la angustia o con otros síntomas de su trastorno quizás noten otros "disparadores" durante la crisis. Por ejemplo: las personas que tienen historial de lavarse y limpiarse las manos en exceso para evitar que estén sucias, pero han conseguido controlar esta compulsión, quizás padezcan el potenciamiento de la ansiedad y tengan síntomas nuevos durante la crisis de la COVID-19. En Irak, a través de una evaluación rápida de las necesidades sobre los impactos de la COVID-19 en las personas adultas mayores, se halló que un 74% de las personas adultas mayores estaban preocupadas "todo el tiempo" o "casi siempre", y un 22% informó que era incapaz de hacer frente a esa situación.

  • Acceso remoto a los servicios: En muchos lugares, el distanciamiento físico ha generado un aumento en los métodos digitales o remotos de atención médica como alternativa a las consultas presenciales. Esto pone barreras adicionales en el acceso a la atención médica para las personas con discapacidad, las personas adultas mayores en general y las personas adultas mayores con discapacidad, dado que las nuevas tecnologías no siempre son accesibles ni inclusivas. Eso se puede deber a que los servicios no tienen un formato accesible. Las personas con discapacidad y las personas adultas mayores quizás también tengan menos acceso a las tecnologías, p. ej.: los teléfonos celulares.

Efectos secundarios de la COVID-19: Las personas con discapacidad y las personas adultas mayores se enfrentan a desigualdades que pueden exacerbarse durante la pandemia de COVID-19. Algunos ejemplos:

¿Desea leer más información sobre cómo considerar las discapacidades y el envejecimiento en los programas de higiene para la COVID-19?

Notas sobre revisión académica:

Redactado por: Jane Wilbur

Primera revisión: Hannah Kuper, Islay Mactaggart, Sian White, Chelsea Huggett

Segunda revisión: Bethany Caruso, Diana Hiscock, Islay Mactaggart

Última actualización: 08/09/2020

¿Ha quedado contestada tu pregunta?