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Resumen: Vinculación con la comunidad
Resumen: Vinculación con la comunidad
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Escrito por Jen Palmer
Actualizado hace más de un año

Durante los brotes epidémicos de enfermedades infecciosas, se implementan diversas medidas. Por ejemplo, en el caso de la COVID-19, se cerraron las fronteras nacionales y se implementaron medidas de distanciamiento físico, lo que significó un desafío único para la vinculación con la comunidad. En este resumen, analizamos cómo se puede adaptar la vinculación con la comunidad a las restricciones. El personal de promoción de la higiene suele cumplir un papel fundamental en lograr la vinculación y la interacción con las comunidades, por lo que este documento se redactó teniendo a esas personas en mente.

¿Qué es la vinculación con la comunidad y cómo puede afectar el trabajo de las organizaciones y los gobiernos durante un brote epidémico?

La vinculación con la comunidad es un proceso participativo que implica comunicarse con otras personas, aprender de ellas y trabajar con ellas a fin de hallar soluciones a un problema que afecta a la sociedad.

Durante un brote epidémico, la vinculación con la comunidad busca forjar alianzas en torno del objetivo común de proteger a todos para garantizar:

  • que las intervenciones implementadas sean prácticas y que se tengan en cuenta los perjuicios sociales (como la alteración de la vida cotidiana) y se los mitigue;

  • que los grupos de interés se apropien de las intervenciones y trabajen con el gobierno para controlar la propagación de la enfermedad;

  • que las respuestas para controlar la enfermedad sean eficaces y eficientes.

En el siguiente video de Oxfam se ofrece una explicación informativa sobre la vinculación de la comunidad en los programas de agua, saneamiento e higiene (water, sanitation and hygiene, WASH).

Para obtener más información sobre los objetivos y los principios de la vinculación con la comunidad y la comunicación de riesgos y vinculación con la comunidad (risk communication and community engagement, RCCE), consulte la página de la vinculación con la comunidad de Oxfam y un informe del Comité Internacional de Rescate (International Rescue Committee), los Diez pasos de RCCE del servicio colectivo y el Compendio de promoción de la higiene en situaciones de emergencia (Compendium of Hygiene Promotion in Emergencies). Para conocer un ejemplo de una estrategia de respuesta de comunicación de riesgos y vinculación con la comunidad (RCCE) específica para cada enfermedad, consulte el resumen de políticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la estimulación de la confianza a través de la RCCE.

¿Cómo se lleva a cabo la vinculación con la comunidad?

Para asegurar que la información sobre la enfermedad y las medidas de respuesta se traten de modo generalizado, y para posibilitar las acciones coordinadas en el ámbito comunitario a gran escala, las iniciativas de vinculación con la comunidad suelen prestarle atención especial a lo siguiente:

  1. Identificar a las personas influyentes o los grupos de interés con los cuales mantener conversaciones y mediante los cuales comunicar la información.

  2. El estilo de comunicación con cada uno de los grupos de interés y sus comunidades.

  3. Los canales por los que se difunde y recibe la información.

La vinculación con la comunidad suele funcionar mejor cuando se lleva a cabo de manera continua, mediante autoridades confiables y con diálogo bidireccional, donde al menos algunas de las interacciones se dan cara a cara. A continuación, se aborda cada uno de estos temas.

1. Cómo ubicar a los grupos de interés y vincularse

La OMS y sus socios hacen hincapié en que la vinculación con la comunidad en un brote epidémico debería basarse en las redes existentes y en los esfuerzos de preparación anteriores. Las autoridades de salud pública deberían identificar y elaborar un mapa de las capacidades de las organizaciones, las redes y los grupos de interés que pueden facilitar la adopción de medidas de salud pública por parte del público en general. Estos esfuerzos deberían llevarse adelante en múltiples ámbitos, desde la esfera nacional hasta los distritos locales.

Los grupos de interés variarán según el contexto, pero pueden incluir a autoridades locales, instituciones públicas y privadas, grupos comunitarios, organizaciones de la sociedad civil, como las organizaciones religiosas, las redes de promoción, los grupos de voluntarios y las organizaciones que subsanan la falta de servicios públicos esenciales y las prestaciones de asistencia social (como en los asentamientos urbanos informales). Tener una comprensión realista de las estructuras socioculturales y políticas y las relaciones es fundamental, a fin de garantizar que los grupos de interés que tengan la tarea de comunicar y considerar la información cuenten con la confianza de los distintos miembros de la comunidad local.

Vea el mismo ejemplo a continuación para leer una descripción sobre cómo se identificaron los grupos de interés en una región de Guinea durante el brote de Ébola en África Occidental.

Procesos de vinculación con la comunidad en la comunidad étnica kissi de Guinea durante el brote epidémico de Ébola en África Occidental, según una descripción de Wilkinson et al, 2017:

En 2014, en las regiones de la etnia kissi en Guinea, los equipos de respuesta al Ébola se toparon con la desconfianza y la resistencia de la población local, lo que contribuyó a la incapacidad de controlar la propagación del virus del Ébola. Por eso, se le pidió a una antropóloga que se sumara a la respuesta para entender la situación y aplacar las tensiones. Uno de sus hallazgos clave fue que los "líderes comunitarios" con quienes los equipos de respuesta se habían vinculado no tenían legitimidad. La selección se había hecho mediante la autoidentificación ante los equipos o mediante asociaciones profesionales, ciudadanas o políticas que las personas locales relacionaban con regímenes abusivos. Para identificar a las personas más confiables de la comunidad con las que podrían trabajar los equipos de respuesta, la antropóloga estuvo tres días preguntándoles a las personas en quién confiarían y elegirían para que hable en su nombre. De la larga lista de nombres recolectados, identificó a 150 personas que se mencionaron con frecuencia, en un total de 26 pueblos. La lista incluía a médicos tradicionales, jefes de bosques sagrados, líderes religiosos (cristianos y musulmanes), circuncidadores, parteras del pueblo, cazadores, jóvenes, migrantes que regresaron de la ciudad y personas mayores. El equipo de respuesta organizó un taller con estas 150 personas para analizar la respuesta, lo que finalmente redujo la resistencia e inició la cooperación.

En cada nivel y fase de la vinculación, también se debería pensar detenidamente en cómo vincularse mejor con los sectores de la población que corren un riesgo particular de enfermarse o con quienes podrían tener dificultades de acceder a la información y los servicios. Esto es así porque las intervenciones quizás deban adaptarse para satisfacer distintas necesidades, capacidades y niveles de vulnerabilidad de distintos grupos de interés. Para obtener más información sobre los grupos vulnerables, consulte nuestros recursos sobre ancianos y personas con discapacidad, género, poblaciones indígenas y grupos minoritarios.

El Grupo de Trabajo Regional sobre Comunicación de Riesgos y Vinculación con la Comunidad ofrece consejos para garantizar que la vinculación con la comunidad incluya a las personas marginadas y vulnerables, con ejemplos de medidas específicas que se pueden tomar. Tenga en cuenta que, si bien el recurso es específico para la COVID-19, las actividades y los principios se pueden aplicar a las respuestas a otras enfermedades.

2. Estilo y enfoque de la comunicación

Durante los brotes epidémicos, las autoridades de salud pública priorizan compartir información útil, vital y aplicable en tiempo real para permitir que los grupos de interés diseñen estrategias de control eficaces y para permitir que las personas en riesgo adopten hábitos para proteger la salud. Las autoridades también deben reconocer de qué modo la calidad de la información provista y el estilo mediante el cual se difunden los mensajes de salud pública pueden motivar o alejar a los grupos de interés y al público y de qué modo se ven afectados los hábitos de salud pública.

Los especialistas en cambio de hábitos han explicado que esto es así debido a la función que tiene la información en fomentar la confianza:

"Las personas cooperarán para lograr objetivos en común si sienten que son parte de un esfuerzo comunitario compartido y si creen que las personas que encabezan este esfuerzo son parte de la misma 'comunidad de circunstancias' y actúan legítimamente en su nombre [...] Si las personas sienten que no se les da suficiente información que les permita emprender estas acciones difíciles o que se socava la agencia, la elección o el control que tienen sobre su propia vida, se verá comprometido el sentido de cohesión con los líderes y las organizaciones que brindan consejos. En consecuencia, es más probable que haya resentimiento por las directivas de salud pública y que se apliquen inadecuadamente o, incluso, que se ignoren".

En la siguiente tabla, se recomiendan estrategias clave de comunicación que pueden incrementar la vinculación con la comunidad. Algunas estrategias son la transparencia, la interacción continua, la practicidad y el respeto por las diferencias:

Tabla 1. Estrategias de comunicación para mejorar la cooperación y la vinculación con la comunidad (Yardley et al., 2020)

Tabla 1. Estrategias de comunicación para mejorar la cooperación y la vinculación con la comunidad. Fuente: Yardley et al (2020)


Aunque es necesario que los consejos estén adaptados a cada contexto distinto, los principios de la comunicación sobre el control de enfermedades deberían ser coherentes y coordinados. Las personas confían más en la información coherente que ven repetida en diversas fuentes o canales, sin importar cuáles sean. Sin embargo, lo mismo vale para la información errónea que puede ganar terreno y credibilidad a medida que circula. Para leer información sobre cómo identificar y abordar la información falsa, consulte estos recursos elaborados por la Plataforma de Ciencias Sociales en la Acción Humanitaria (Social Science in Humanitarian Action Platform) y la Red de Comunicación con Comunidades Afectadas por Desastres (Communicating with Disaster Affected Communities, CDAC).

Se debería procurar también que la información se comunique en los idiomas que prefieren los distintos sectores de la población.

Una forma eficaz de garantizar que la información responda a las necesidades y las preocupaciones de la población es recolectar y analizar comentarios sobre la información que se difunde, lo que nos permitiría poder adaptar la información a las necesidades de la comunidad, que podrían cambiar con el tiempo.

3. Canales de comunicación

Sabemos que, para que sean eficaces, los programas de acción comunitaria y cambio de hábitos deben interactuar con la población en múltiples ocasiones durante un período prolongado. Esto se debe a que las poblaciones tienen otras prioridades, el cambio de hábitos lleva tiempo y es posible que las poblaciones solo se sientan motivadas a actuar después de escuchar y comprender los mensajes varias veces y de numerosas fuentes. Puede encontrar más información sobre los principios del cambio de hábitos aquí y aquí. Las autoridades de salud pública también deben llegar a múltiples sectores de la población. Por todos estos motivos, las campañas de salud pública suelen adoptar múltiples canales de comunicación.

En la respuesta sanitaria pública al Ébola en la República Democrática del Congo (RDC) en 2018, la vinculación con la comunidad se dio por los siguientes canales:

  • Medios de comunicación: entre ellos, los medios masivos (como las noticias, la radio y los periodistas), las redes sociales (Facebook, WhatsApp) y los medios tradicionales (teatro comunitario itinerante).

  • Personas influyentes: principalmente, las autoridades y los representantes de la comunidad, incluidos los ancianos.

  • Redes comunitarias: comunicación cara a cara de las organizaciones existentes con sus miembros mediante reuniones en grupos reducidos y con toda la comunidad, visitas casa por casa y debates después de obras teatrales y proyecciones de videos en lugares públicos.

Cuando seleccione los canales de comunicación para la vinculación con la comunidad, considere lo siguiente:

  • Alcance: ¿¿Cuáles son los canales accesibles para la mayor parte de su población? Si está pensando en usar medios masivos, quizás también quiera prestar atención a qué estaciones sintonizan las personas y en qué momento. Si está trabajando en una zona donde las personas tienen acceso a las redes sociales e Internet, averigüe qué sitios web y redes sociales son los más usados y confiables, y cómo se usan en esa cultura.

  • Accesibilidad: Si bien el alcance total es importante, también es necesario tener en cuenta qué canales son los más adecuados para los distintos sectores de la población. Las mujeres y las niñas, los ancianos, las personas con discapacidad, las personas que viven en zonas rurales y otros grupos vulnerables conforman los sectores a los que probablemente es más difícil llegar por medio de la mayoría de los canales. Para superar esta situación, quizás sea necesario vincularse activamente con estos grupos para identificar sus preferencias y adaptar los materiales a sus necesidades. Para ver un ejemplo de los recursos de la RCCE sobre la COVID-19, consulte este documento de UNICEF en el que se proporciona orientación sobre la RCCE para personas con discapacidad y este documento de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (International Federation of Red Cross and Red Crescent Societies, IFRC) en el que se proporciona orientación sobre la vinculación y la comunicación con los ancianos.

  • Credibilidad: ¿Cuáles son los canales de comunicación o los individuos que son confiables, respetables e influyentes para las personas? Explorar esto con las comunidades puede poner en duda supuestos comunes sobre qué constituye información confiable de salud pública. Por ejemplo, en un estudio reciente realizado con refugiados rohinyás que vivían en Bangladés, se halló que las fuentes confiables de información durante los brotes epidémicos incluían a líderes comunitarios capacitados, como los imanes y líderes de grupos de mujeres. Se prefería la información proveniente de esas fuentes por sobre la brindada por trabajadores de la salud y del sector humanitario, que no siempre se perciben como confiables y, a veces, se los malinterpreta. Los refugiados también confiaban en los miembros de la diáspora rohinyá en lugar de confiar en la información de salud pública compartida por los servicios de noticias locales, dado que se consideraba que los servicios de noticias de Bangladés y Birmania estigmatizaban a los refugiados e incluso legitimaban la violencia en contra de ellos. Los líderes comunitarios también participaron en este estudio de caso sobre la respuesta a la COVID-19 en Indonesia.

  • Capacidad para promover la interacción bidireccional: Durante los brotes epidémicos, la población suele sentir curiosidad y quiere aprender más sobre la enfermedad y, lógicamente, es probable que las personas tengan muchísimas preguntas relacionadas con la información que reciben. Cuando la información se comparte de una manera didáctica que no da lugar al cuestionamiento ni a la discusión bidireccional, se puede recibir con resentimiento. Esta es una de las ventajas fundamentales de las visitas casa por casa: los participantes pueden hacerles preguntas a los promotores de la higiene, plantear inquietudes y encontrar soluciones en el momento. Sin embargo, hay muchos otros canales que ofrecen la oportunidad de generar debates y hacer comentarios a las autoridades sobre la respuesta a la enfermedad. La red de CDAC ofrece consejos útiles sobre los mecanismos para recibir comentarios de las comunidades y abordar las quejas. En función de lo aprendido durante la epidemia de Ébola en África Occidental, se supervisaron activamente los comentarios de la comunidad respecto de las intervenciones contra el Ébola en la República Democrática del Congo y se caracterizaron en términos de receptividad, reticencia, rechazo o resistencia por parte de la comunidad para adaptar las estrategias de manera acorde. Para conocer un ejemplo de interacción bidireccional eficaz, consulte este estudio de caso sobre el trabajo de BBC Media Action en Somalia. La organización utilizó una amplia gama de métodos para coproducir anuncios de servicios públicos que se emitieron a través de la radio, la televisión y las redes sociales, además de lanzar un programa de tutoría para periodistas y productores de radio. Fundamentalmente, BBC Media Action y las estaciones de radio asociadas recopilaron comentarios a través de las redes sociales y las llamadas telefónicas, y le dieron forma al contenido.

Recuerde que, en muchos lugares, ya hay información sobre cuáles son los canales adecuados. Asegúrese de usar esos recursos ya existentes. Aquí hay un ejemplo de un documento donde se detallan las preferencias sobre los canales de comunicación en el Líbano.

¿De qué manera se debe adaptar la vinculación con la comunidad a la respuesta a un brote epidémico de una enfermedad?

"El desafío organizativo de controlar la epidemia siempre es intenso [...] La vinculación con la comunidad se suele hacer minuciosamente y en persona [... para equilibrar la necesidad de] hacer cosas rápido y a escala, mientras que también se garantiza que las medidas de control sean apropiadas en contexto". Fuente: Annie Wilkinson

Como se indicó en la descripción anterior sobre vinculación con la comunidad, la comunicación cara a cara con los grupos de interés y el público suele ser una gran parte del trabajo intenso y minucioso que se hace para controlar las epidemias. Sin embargo, los requisitos de distanciamiento físico asociados a algunos brotes epidémicos, como la COVID-19 o el Ébola, implican que ahora sea necesario minimizar muchas de las interacciones que normalmente se producirían en persona. A continuación, se detallan algunos principios generales de la vinculación con la comunidad durante los brotes epidémicos.

  • Desarrolle un enfoque en etapas para la respuesta. Durante las primeras etapas del brote epidémico y a medida que los casos disminuyen, quizás sea posible hacer algunas actividades en persona, p. ej.: hacer visitas casa por casa o trabajar en grupos vecinales pequeños (donde se puede mantener el distanciamiento físico). En muchos países, estas interacciones uno a uno son muy valoradas y, para las comunidades, son la forma preferida de comunicación. Sin embargo, en el pico del brote epidémico, quizás sea necesario suspender estas interacciones para proteger al personal y las comunidades. Sugerimos que desarrolle un enfoque por etapas para su programa según los niveles de respuesta de la OMS. Esto requeriría elaborar planes sobre cómo adaptaría su programa a las distintas etapas de la respuesta.

  • Evite todas las reuniones grupales. Según la vía de transmisión, las actividades de promoción de higiene y vinculación con la comunidad no deberían incluir reuniones de grupos numerosos.

  • Aliente al personal a que dé el ejemplo. Consulte nuestro artículo sobre medidas que los promotores de salud pueden tomar para mantener el distanciamiento físico.

  • Cree redes comunitarias. Una vez identificados los grupos de interés y las personas de confianza, encuentre formas de crear redes de comunicación con estas personas si fuera inviable comunicarse en persona. Asegúrese de usar la "ventana de oportunidad" antes de que el brote epidémico se vuelva demasiado grave para crear esas redes.

  • Siga aprendiendo de las comunidades y adaptándose a sus necesidades. La investigación formativa y las oportunidades de aprender sobre las necesidades y las prioridades de las comunidades son elementos que se reconocen como parte fundamental de un buen programa. Este proceso será ahora más difícil de llevar a cabo durante brotes epidémicos, pero no deja de ser fundamental.

  • Desarrolle o apoye planes de acción local. A nivel mundial, hemos visto a comunidades movilizarse para apoyarse unas a otras durante los brotes epidémicos de enfermedades, como durante la pandemia de COVID-19. Encuentre formas en las que su organización pueda fomentar y apoyar la acción a nivel comunitario.

  • Busque de manera activa las voces de los grupos vulnerables. Llegar a estos grupos vulnerables puede ser particularmente difícil en este momento. En particular, será un desafío trabajar con anciano, ya sea en posiciones de liderazgo o como personas mayores experimentadas, ya que podrían sufrir complicaciones graves si se contagian la enfermedad durante las actividades de vinculación con la comunidad. Quizás deban implementarse iniciativas por separado y más exhaustivas para incluir a estos grupos.

  • Invierta en capacitar al personal que trabaja en la primera línea de respuesta a la enfermedad. La función de promotor de la higiene y otras funciones que exigen un grado mayor de vinculación con la comunidad también requieren diversas habilidades y capacitación suficiente. Los promotores de la higiene deberían recibir capacitación sobre la enfermedad en cuestión y una lista de preguntas y respuestas frecuentes con las que probablemente se topen. Esta lista debería actualizarse para reflejar las preocupaciones que van surgiendo. Los promotores de la higiene también deberían saber cuáles son las responsabilidades de su función y cuáles no. Por ejemplo, como profesionales no médicos, no deberían emitir juicio sobre cuestiones médicas ni hablar de temas sobre los cuales no están seguros, sino que deberían remitir a las personas a los servicios médicos correspondientes o a otras fuentes de información, según sea necesario. En este estudio de caso de Yemen, se capacitó a miembros de la comunidad para llevar a cabo actividades de promoción de la salud durante la respuesta a la COVID-19.

  • Asegúrese de que los mensajes estén coordinados. Para evitar confusión y mensajes contradictorios, asegúrese de que los mensajes que adopte su organización estén en consonancia con los principios generales que difunden los gobiernos nacionales o la OMS.

Ideas prácticas para vincularse con las comunidades a una distancia segura

En esta sección, compartimos algunos ejemplos de formas innovadoras en las que las organizaciones se vincularon con la comunidad durante los recientes brotes epidémicos. Tenga en cuenta que, si bien la mayoría de los ejemplos se refieren a la COVID-19, los principios y las actividades se pueden aplicar a las respuestas a otras enfermedades.

Aprendizaje de las comunidades:

  • Realice evaluaciones rápidas para comprender las percepciones y los comportamientos. La investigación formativa es un primer paso importante para diseñar programas de control de brotes epidémicos que sean aceptables y eficaces. Con frecuencia, la presión y las limitaciones para ejecutar los programas durante los brotes epidémicos hacen que se omita o se ponga en peligro este paso, y esto puede causar que los programas no sean bien recibidos. Las evaluaciones de los comportamientos y las percepciones no necesariamente tiene que llevar mucho tiempo. La OMS desarrolló una encuesta simple de evaluación rápida para la COVID-19 que se puede hacer en persona o por teléfono. Las herramientas de evaluación rápida de Wash'Em son herramientas cualitativas diseñadas para su uso en los brotes epidémicos con el objetivo de comprender los hábitos de higiene y diseñar las intervenciones adecuadas para la higiene de las manos.

  • Revise o localice las cadenas de comunicación e información. En muchas comunidades, habrá personas con un teléfono móvil o una radio que podrían convertirse en proveedores de información fundamentales cuando el acceso físico se vuelva limitado. Recuerde evaluar quién tiene acceso a qué información y cuán confiables son, en particular para las personas más vulnerables y marginadas.

  • Comparta todo lo que sepa sobre las percepciones de la comunidad para permitir que el programa mejore en el sector. Si cada organización fija mecanismos independientes de aprendizaje y rendición de cuentas, se puede generar confusión. En Afganistán, BBC Media Action realizó 300 entrevistas telefónicas con la población general una vez al mes para conocer las necesidades y los obstáculos de la comunidad, así como las percepciones sobre la COVID-19. Estos comentarios se tradujeron en informes mensuales de la “Voz de la Comunidad” que se compartieron con los participantes locales, en particular con los trabajadores humanitarios. Los resultados también tuvieron su efecto sobre los programas de radio semanales.

  • Establezca mecanismos para seguir aprendiendo de la población con el paso del tiempo. Es probable que las percepciones cambien a lo largo del brote epidémico, por lo que es importante identificar formas de seguir aprendiendo de la población con el paso del tiempo. Por ejemplo, durante el brote epidémico de Ébola en la República Democrática del Congo (RDC), Oxfam puso a prueba un rastreador de la percepción comunitaria (Community Perception Tracker, CPT). Este proyecto implicó que los equipos de Oxfam usaran dispositivos móviles para registrar de forma sistemática información cualitativa oportuna sobre las percepciones, los temores, las preguntas y las preocupaciones de las personas. Esta información se analizó periódicamente junto a datos epidemiológicos y mostró tendencias clave en distintos lugares, edades y géneros. Los equipos de los programas usaron estas tendencias para adaptar las actividades conforme a las necesidades y las preferencias de las comunidades afectadas. Los datos también se compartieron con plataformas externas de coordinación para abogar por la inclusión de las voces de las personas. El CPT también se empleó durante la pandemia de la COVID-19 en Venezuela para conocer la percepción y las preocupaciones de las comunidades. Los comentarios destacaron que los repatriados sufrían discriminación social y Oxfam pudo responder con intervenciones comunitarias para promover la inclusión. La herramienta también demostró ser eficaz durante la respuesta a la COVID-19 en Zimbabue, en un estudio que realizó la Acción contra el Hambre (Action contre la Faim, ACF) y en el Líbano, en un estudio que realizó Oxfam.

  • Involucre a los grupos de interés de la comunidad local en la toma de decisiones y la elaboración de mensajes. Invite a los grupos de interés de la comunidad local, como los pequeños comerciantes, los representantes del transporte público y los proveedores de servicios de WASH, a sumarse a los equipos de respuesta nacional y distrital, a fin de garantizar que las perspectivas de estos grupos se vean reflejadas en las decisiones que se tomen y los mensajes que se adopten.

Rastreador de percepción comunitaria. Fuente: Oxfam

Cómo utilizar los canales de comunicación de forma creativa:

  • Los programas de radio con llamadas del público permiten que las comunidades se conecten con los expertos locales. La radio también puede dar la impresión de que hay una gran comunidad compartida. Los programas con llamadas del público pueden ayudar a vencer barreras geográficas y sociales. Aquí hay algunos ejemplos de cómo se está usando la radio de manera creativa en este momento. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha desarrollado este recurso útil para la comunicación creativa por la radio.

  • Radionovelas que incorporan mensajes sobre la COVID-19. Las radionovelas, cuando se desarrollan de manera local y creativa, pueden ser una forma poderosa de modificar hábitos durante una epidemia mediante historias con las que las comunidades locales se identifican. En Ruanda, WaterAid ha estado desarrollando una radionovela que ahora se ha adaptado para incorporar mensajes sobre el coronavirus. Si bien en muchos ámbitos se suelen usar grupos de escucha comunitaria presencial para ayudar a las personas a asimilar el contenido y debatir sobre él, dichas reuniones tendrían que reducirse o suspenderse durante el brote de COVID-19.

  • Centros y líneas de atención telefónica. La IFRC ha generado algunas guías prácticas para crear líneas de atención telefónica que incluyen ejemplos de cómo se usaron en Sierra Leona durante el brote epidémico de Ébola. En la actualidad, ACF tiene líneas de atención telefónica en Jordania e Iraq con miembros del personal que comparten información y aprenden de las comunidades. Es posible mejorar la seguridad de estos canales de comunicación si el personal y los invitados pueden evitar el viaje hasta los estudios de grabación y los centros de atención telefónica, y hacer la mayor cantidad posible del trabajo desde su casa o a una distancia segura de los demás.

Imagen (arriba): diapositiva de un curso de capacitación de la IFRC sobre comunicación de riesgos y vinculación con la comunidad (RCCE) durante el brote de COVID-19, donde se muestra cómo se adaptan los programas. Fuente: IFRC

Imagen (arriba): una integrante de ACF en Iraq llama por teléfono a participantes de programas previos y actuales para compartir mensajes sobre la COVID-19. Las llamadas se realizan desde el hogar para minimizar el riesgo que corre el personal. Fuente: ACF

  • Mensajes de texto, mensajes de voz y servicios de chat. Durante los brotes epidémicos, muchas organizaciones utilizan servicios de intercambio de información a través de mensajes de voz o mensajes de texto. También hay formas de hacer que estos servicios sean más interactivos. Por ejemplo, el ACNUR ha elaborado una guía sobre puntos clave a tener en cuenta en los servicios de mensajes de texto bidireccionales y los chatbots. En este seminario web sobre un estudio hecho durante un brote epidémico de cólera en Bangladés, se demostró que los mensajes pueden ser una forma muy eficaz de modificar los hábitos durante los brotes epidémicos. Viamo también proporcionó una serie de tecnologías creativas de telefonía celular para abordar la COVID-19. Por ejemplo, en Nepal, se les sugirió a las personas que graben historias y experiencias propias y las compartan a través de líneas de atención telefónica. En Burkina Faso, se organizó un “torneo poético” sobre la COVID-19. También se trabajó con Wanji Games para brindar audiojuegos interactivos que son adecuados para las zonas donde las personas no tienen teléfonos inteligentes. La OMS también tiene un sistema de WhatsApp para responder por mensaje privado a distintas categorías de preguntas frecuentes sobre la COVID-19.

  • Involucre a líderes, artistas y celebridades locales respetados en la tarea de compartir información. En algunos entornos, involucrar a las celebridades con las que algunas personas se identifican puede ser una forma potente de promover la acción. Hacer que los artistas trabajen juntos para crear canciones entretenidas pero informativas puede funcionar bien para unificar el mensaje de una campaña. Aquí hay algunos ejemplos de ello en Zambia, Bangladés y Ghana. Asimismo, en muchas culturas, las personas recurren a los líderes religiosos en tiempos de incertidumbre y es probable que ellos tenga influencia durante los brotes epidémicos. La participación de los imanes, los sacerdotes y otros líderes religiosos también puede ser importante durante los brotes epidémicos; por ejemplo, las organizaciones religiosas han desempeñado múltiples funciones en la respuesta a la COVID-19. Por ejemplos, se les pidió que analicen de qué forma pueden implementar medidas de distanciamiento físico en sus actividades (p. ej.: mediante la reducción de los encuentros religiosos presenciales); también se les pidió que respondan a las necesidades sociales, espirituales y de seguridad de los miembros que puedan haber sido afectados por las medidas de control de la enfermedad y que presenten información sobre la COVID-19 en el marco de los valores compartidos y las tradiciones consagradas.

  • Redes de apoyo comunitario. En muchos países, las comunidades se organizan para apoyarse unas a otras durante un brote epidémico. Por ejemplo, en el Reino Unido, durante la crisis de la COVID-19, UK Mutual Aid ayudó a coordinar y apoyar la creación de miles de grupos de voluntarios locales para asistir a los ancianos, a otras personas vulnerables y a las personas que están autoaisladas, entregándoles alimentos y vinculándolas con diversos servicios. Su sitio web tiene una variedad de recursos para apoyar la creación de este tipo de grupos en otros lugares. En algunos lugares, se puede usar un "sistema de semáforo", que consiste en colocar una tarjeta de color en la ventana para comunicar que la persona necesita asistencia, una idea fácil de replicar en entornos de ingresos bajos y medios. En Sudán del Sur, el ACNUR movilizó a los estudiantes secundarios que estaban cumpliendo su programa de becas para que trabajen con los líderes y los trabajadores de la salud comunitaria a fin de difundir de manera segura puerta a puerta mensajes sobre la COVID-19 en campos de refugiados. Los servicios de mensajería social, como WhatsApp, pueden ser una muy buena forma de conectar a los grupos comunitarios. Algunas organizaciones internacionales, como World Vision International, usan cursos de capacitación en línea para preparar en todo el mundo a sus trabajadores sociales para que compartan información sobre la COVID-19. Después de graduarse, estas personas se agregan a una red organizativa muy grande de WhatsApp para que reciban mensajes nuevos y los hagan circular en las comunidades.

Información sobre brotes epidémicos de enfermedades en una variedad de formatos accesibles. WaterAid creó materiales que incorporan el lenguaje de señas para garantizar que las personas con problemas auditivos no se pierdan información fundamental.

Otros recursos sobre vinculación con la comunidad

Nota del editor

Autores: Jennifer Palmer
Repaso: Sian White, Eva Niederberger, Sheillah Simyu, Jenala Chipungu
Última actualización: 20/05/2020

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