Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, se ha evaluado la resistencia del SARS-CoV-2 a numerosos desinfectantes químicos. Los estudios de laboratorio muestran sistemáticamente que el virus es vulnerable a los desinfectantes comunes, como el cloro, el etanol o el Virkon (estudio 1, estudio 2, estudio 3). En una revisión sistemática de estudios en los que se usaron virus relacionados estrechamente con el SARS-CoV-2, también se halló que el etanol al 70%, el cloro al 0,1-0,5% (hipoclorito de sodio) y el glutaraldehído al 2,0% son capaces de inactivar el 99,99% de estos virus en el acero inoxidable en menos de 1 minuto.
Estos resultados son coherentes con el hecho de que no se detectó la presencia de SARS-CoV-2 en las superficies de dos salas de aislamiento de Singapur después de una desinfección de rutina, en la que se usó cloro al 0,5% (dicloroisocianurato de sodio, NaDCC) dos veces por día en superficies de alto contacto y cloro al 0,1% una vez por día en los pisos. El uso de cloro al 0,1% cada 4 a 8 horas también mantuvo las superficies sin SARS-CoV-2 detectable en dos salas hospitalarias de aislamiento de China.
La desinfección física, como la radiación UV, también puede inactivar el SARS-CoV-2 en las superficies: en tres estudios de laboratorio identificados en una revisión sistemática, se informó al menos un 99,9% de reducción tras una exposición relativamente corta a distintas fuentes de luz ultravioleta.
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Notas sobre revisión académica
Redactado por: Karin Gallandat
Revisado por: Karen Levy, Jacqueline Knee, Sian White, Robert Dreibelbis
Última actualización: 29/07/2021